Etiquetado: Oney Guillen

Joey Cora necesita ayuda con su swing de golf

Finalmente en Arizona

¡Saludos a todos, estoy aquí, y es maravilloso! Me encanta Arizona, pero sólo para los entrenamientos primaverales. ¡Fui al estadio esta mañana para atender varias cosas y mañana estaremos listos para comenzar!

Salí y jugué golf en el Wigwam Golf Course con Joey Cora y mi hijo Oney. Jugamos golf en el campo de golf de oro y descubrimos por qué a nadie le gusta jugar en ese campo – es tan grande y bien difícil. Oney ganó, y sí, él todavía habla de eso y probablemente seguirá por un tiempo. Nos reímos varias veces – si no lo has hecho todavía, por favor vea el video del swing de Joey. (jajaja) ¡Dios mío, pienso que necesita a Hank Haney o a alguien para ayudarlo arreglar eso!

¡Okey, ahora es hora de cocinar en la parilla! ¡El primer día ha sido muy bien aquí en Arizona y por favor visita la galería de fotos en mi sitio web para todas las fotos de hoy!

— Ozzie

Sus preguntas — y una oportunidad para ganar!

Qué hay, amigos!? Estoy a punto de dejar el sol de Venezuela y regresar al frío y la nieve de Chicago. El próximo fin de semana voy a estar en la ciudad para el SoxFest, y también voy a tener un evento especial que estoy seguro del que algunos de ustedes han oído hablar –  mi «Celebrity Roast.» 670 The Score ha decidido planear un «Celebrity Roast,» donde las gentes hacen chistes sobre mí, y por lo que yo he oído, tengo que estar preparado para esto!  Estoy muy agradecido ya que parte del dinero recaudado en este evento ira para la Fundación Ozzie Guillén. Y me han dicho que en menos de cuatro días se lleno el evento. Quiero darles las gracias a todos por su apoyo! Ahora bien, si ustedes han estado prestando atención a mi Twitter o Facebook, sabrán que todavía tengo un par de boletos para regalar para el Roast. Creo que se nos ocurrió una bueno idea para que ganen…

Pero vamos a sus preguntas primero:

P: ¿Como se puede hacer una donación para la Fundación Ozzie Guillen?

R: En este momento están tratando de traer la Fundación a los Estados Unidos. Les mantendré informado lo más pronto posible cómo pueden ayudar.

P: ¿Prefieres usar el «hit-and-run» temprano en el juego o mas tarde; prefieres usarlo en ciertas circunstancias?

R: Para ser honesto, eso depende de quien está bateando y muchos otros factores. En términos generales, el juego dicta cuándo y dónde usarlo.

P: ¿Piensas que Brent Morel tendrá un largo futuro con los Sox, considerando lo bueno que jugó el año pasado?

R: La primera vez que yo mire a Brent Morel fue en Kannapolis. El era compañero de cuarto de mi hijo, Oney. Fue Oney quien me dijo lo bueno que era ese chamaco, y cuando lo mire jugar, yo dije, ‘Wow, juega su posicion tremendamente bien.’ Me recordó a Joe Crede, pero con menos poder.

P: ¿Como tienes el «Roast,» tú vas a estar en SoxFest Viernes, Enero 21?

R: Voy a estar en SoxFest el Viernes. El «Roast» es un poco más tarde, entonces puedo estar en los dos lugares.

P: ¿Si tuvieras la opción de hacer un «Roast» sobre alguien, para quien lo harías?

R: No estoy seguro a quien le haría el Roast – a lo mejor a muchas personas! (jaja) Con la esperanza de que puedan entenderme.

OK, regresando a lo que todo el mundo quiere saber. Tengo dos pares de tickets para regalar y hay solamente dos reglas: Tienes que tener por lo menos 21 años y poder ir al evento, que será en Elk Grove, Ill., Enero 21.

Aquí va como quedes ganar…

Quiero que me digas, en exactamente 13 palabras, porque tú mereces los boletos para el «Roast.» Quiero algo original, no tengan pena de nada y acuérdense, todo vale! Puedes mandar tus respuestas a este e-mail: Info@TripleCrownMktg.com. Yo personalmente voy a escoger a las dos personas que pienso merecen el puesto en mi «Roast.»

Las respuestas se van a aceptar desde ahora hasta Lunes, Enero 17. Buena suerte!

— Ozzie 

¡Vergüenza!

Avergonzados. Así debemos sentirnos todos después de estos primeros juegos ante Medias Rojas y Yankees en sus estadios de Boston y Nueva York. Sabíamos que la gira de 10 días iba a ser difícil, pero ni en mi peor pesadilla hubiera imaginado 1 victoria y 5 derrotas en los primeros 6 encuentros. Cuando hemos ganado lo hemos hecho como equipo. Ahora estas derrotas debemos afrontarlas todos con la misma vergüenza, porque cada uno de nosotros tiene su cuota de responsabilidad. Yo siento vergüenza y me cuestiono a mí mismo al pensar que no estoy haciendo lo correcto para ganarme el sueldo que me pagan por hacer de este equipo un conjunto competitivo y batallador. Me cuestiono y avergüenzo por no hacer la alineación que produzca las carreras para ganar, por no traer al montículo el lanzador adecuado para hacer los outs. Y si alguien en el equipo no siente la misma vergüenza que yo, entonces creo que escogió el trabajo equivocado.

Al momento de escribir esta columna, sábado en la noche en Nueva York, lo hago todavía con el sabor amargo de la derrota por 10 carreras a cero ante los Yankees. Un juego en el que un equipo tenga más errores cometidos que hits conectados tiene que ser una vergüenza. Pienso que hasta los niños que están disputando la Serie Mundial de Pequeñas Ligas en Pennsylvania jugaron ese día mejor que nosotros. Lo peor de todo es que sé que nuestro equipo es muy superior a lo que ha mostrado en el terreno en estos primeros 6 juegos de visitantes. El lunes pasado, cuando iniciamos la gira en Boston, el periodista venezolano residenciado en Nueva York, Armando Talavera, quiso saber mi opinión sobre los Medias Blancas, y le respondí: «Tengo equipo para ser Campeón Mundial». Supongo que Armando debe estar pensando en recomendarme un siquiatra que cure mis delirios de grandeza. Pero es verdad. Tenemos talento y material para ser Campeones en el papel, pero nos falta ejecutar.

Nunca me he considerado un perdedor, y mucho menos soy una persona pesimista, pero si me preguntan en este momento, creo que estamos en una situación difícil, porque nosotros mismos nos metimos en ella. Sabemos dónde está la cima de la montaña, y tenemos el deseo de llegar a ella, pero pareciera que no hay piernas para llegar. Al menos eso es lo que parece después de perder las dos primeras series ante Yankees y Boston. El lunes comenzamos la última serie de la gira en el Metrodome, donde los Mellizos parecen imbatibles. Imagino que será una buena oportunidad para demostrar que aún estamos vivos, que todavía tenemos deseos y que seguimos en la lucha por el título de la división que con tanto sacrificio ganamos el año pasado.

Antes de comenzar a responder sus preguntas y comentarios, aprovecho para decirles que leer sus mensajes positivos y de aliento es, la mayoría de las veces, una manera de retomar el optimismo en momentos difíciles como este. Gracias por su lealtad y por su apoyo.

Ahora sí, vamos con algunas respuestas.

Ben Morgan, de Lincoln (Nebraska), escribe en inglés para hacerme una pregunta que yo me hecho cientos de veces sin encontrar todavía una respuesta: ¿Por qué nuestra ofensiva falla tan estrepitosamente cuando enfrenta a jóvenes lanzadores que vemos por primera vez? Honestamente Ben, no sé. Uno sabe que el lanzador siempre tiene ventaja sobre el bateador, que como tu bien dices, se va adaptando y va haciendo ajustes a medida que lo enfrenta en repetidas oportunidades. El pitcher, ciertamente, tiene el control de la situación, no sólo porque es quien tiene la bola en la mano, sino también porque es quien sabe qué lanzamiento va a hacer, si es curva, recta, cambio, slider. A qué velocidad lo va a lanzar, a qué altura del plato, alta, baja, adentro o afuera. O sea, el bateador está ahí parado en home con su bate en la mano, preparado para hacerle contacto a una esférica que puede venir a 70 o a 100 millas por hora, sin saber si va a romper hacia un lado, va a caer, etc. ¡Y para decidir sólo tiene fracciones de segundo! Cuando no conoce al pitcher, ese bateador está aún más indefenso, porque no conoce su repertorio. Pero eso ha sido así desde que fue inventado el béisbol, y en la segunda o tercera visita al plato ya un buen bateador debería conocer mejor la situación, y hacer los ajustes para tener éxito. A nosotros eso realmente nos ha costado mucho este año, pero insisto que desconozco las razones.

Guillermo Rada de Cumaná, Venezuela, dice que le intriga lo que ocurrió el año pasado con Javier Vázquez, quien esta temporada está teniendo éxito con los Bravos de Atlanta. Guillermo quiere saber si yo lo puse en la palestra por lo que él llama «poca fortaleza emocional». Puedo decirte Guillermo que a Javier lo conocí cuando fui coach de los Expos, y siempre me gustó su actitud en el montículo, además de su calidad humana. El año pasado tuvo varias oportunidades de ayudar al equipo en juegos que eran cruciales, y lamentablemente no pudo hacer el trabajo. Eso ocurre en el béisbol. Quizás fue un mal año, algo que todo el mundo experimenta en su carrera. Yo personalmente le deseo el mejor éxito, porque como él mismo dijo, con lo que ha hecho hasta ahora podrá vivir tranquilo el día que se retire, y podrá compartir felizmente con su familia.

El doctor Julio Antonio Machillanda, de Porlamar, Venezuela encabeza la lista de fanáticos que escriben para hacer comentarios sobre el cubano José Contreras. En esa lista, haciendo comentarios de todo tipo, figuran nombres como Frank Abel Villalonga de La Habana, Alfredo Valle de Tenerife, Orlando García de Naples, Roberto Trujillo de Santa Cruz de Tenerife, Jorge Amaro y varias personas más. Extrañamente no escribió esta vez Francisco Aguiar, de Tampa, quien varias veces envió mensajes acusándome de maltratar a Contreras, de utilizarlo mal, de no saber cuándo sacarlo por un relevista y un largo etcétera de objeciones. La semana pasada un periodista me preguntó en Boston si José volvería a iniciar un juego por Chicago y le respondí que yo tengo tres hijos, y me encantaría estar vivo cuando nazcan mis nietos. De verdad, no quisiera morir de un infarto antes de tiempo. Sin embargo, Contreras inició el sábado contra los Yankees porque sencillamente no teníamos otra opción mejor. Si me preguntan las razones de esta debacle del «***án de Bronce» debo responder que no sé, porque si algo puede decirse de Contreras es que es un gran trabajador y un guerrero. Algunos de ustedes, en sus cartas, dicen que lo conocen desde sus días en Cuba, y que puede ser falta de concentración, que no está lanzando por debajo del brazo, que no está utilizando la bola de tenedor, y otro largo etcétera de razones. Yo, más que nadie, sigo esperando que José vuelva a ser el pitcher que en el 2005 nos ayudó a conquistar el título de Campeones, sobre todo ahora que lo necesitamos con urgencia. Vamos a ver qué pasa.

Jonathan Gallegos, de Bogotá, también opina acerca de Contreras y se pregunta por qué esperé tanto para sacarlo cuando le hicieron 6 carreras en un inning ante los Medias Rojas de Boston. Jonathan, además de opinar que a veces yo hablo demasiado, algo que no es un descubrimiento para nadie, me ofrece algunas sugerencias sobre cómo manejar el equipo. Bueno Jonathan, voy a repetirte lo que he dicho varias veces en mi carrera: mientras más lejos estás del terreno, más inteligente te sientes. Quienes ven los juegos desde las tribunas ven todo clarito y saben todo mejor que el manager y los 5 ó 6 técnicos que están en el dugout. Una vez dije que le iba a regalar un celular a todos los fanáticos para que me llamaran y me dijeran qué hacer antes de las jugadas, y no después, como ocurre casi siempre. Hay tantas cosas que los fanáticos no saben, y que influyen en las tomas de decisiones, que explicarlas todas sería razón para escribir un libro. Pero de todas formas, gracias por tomar unos minutos de tu tiempo para compartir conmigo tu opinión.

Liz Pinto, de Valencia, Venezuela comenta sobre el gran año que está teniendo Cl
eveland Santeliz con los Barones de Birmingham, nuestra sucursal AA, y pregunta mi opinión sobre el compatriota. Liz no es la única que está pendiente de Santeliz, a quien ya en una columna anterior describí como un gran muchacho, con una buena actitud para pichar. Parte de su éxito ha sido mantenerse sano, ya que desde que fue firmado se consideró que tenía mucho talento, pero las lesiones no le habían permitido demostrarlo.

El es uno de los criollos que viene abriéndose paso en nuestras sucursales, y que yo espero que pronto lleguen varios a Grandes Ligas, para poder responderle a todos los que semanalmente hacen la misma pregunta: ¿por qué no hay más venezolanos en White Sox siendo el manager Ozzie Guillén? Espero que por ahí vengan algunos.

Muchos fueron también los que en estos quince días escribieron para opinar sobre la incorporación de Freddy García a nuestro roster. Algunas preguntas y comentarios llegaron antes de que Freddy hiciera su debut con nuestro uniforme, otras llegaron después de su segunda salida. Elio Barroso de Charallaves, Jesús Ramos de Santa Teresa del Tuy, Roysbelk García de Cúa, Eliel Padrino y Reinaldo Pérez de Caracas, Yubín Rios de Maracaibo, Thomas Enrique Pérez Ramos, Víctor Lapenta, Miguel Saldivia y muchos otros aparecen en esa lista. En una entrevista que apareció el sábado pasado en el Sun-Times de Chicago, Freddy admite que por primera vez en los últimos dos años se siente realmente saludable y sin molestias en su brazo de lanzar. Creo que su salida ante Boston fue una muestra de eso. Ese día, Freddy demostró que no está en Chicago porque está casado con una sobrina de mi esposa, ni porque Kenny Williams tiene una agencia de beneficencia y quiere agradecerle a todos los que nos ayudaron a quedar campeones en 2005. Freddy está aquí porque se le hizo un examen médico que demostró que su hombro estaba sano, y porque en las salidas que hizo en las menores lució bien. ¿Va a ganar todas sus salidas de aquí en adelante? No creo, pero seguro va a ayudar, y espero que lo suficiente para ser considerado para el próximo año, cuando ya en teoría tenemos 4 abridores seguros (Buehrle, Danks, Floyd y Peavy) y queda un cupo por definir. Pero ese es otro tema, por ahora estamos concentrados en el 2009 y nuestra carrera por llegar a la post-temporada, para lo cual necesitamos la ayuda de Freddy.

Dario Sánchez, de Valencia, Venezuela pregunta si me considero parte de lo que él llama «la nueva generación de managers de Grandes Ligas». Bueno, supongo que sí porque además de ser un manager joven con respecto a muchos de los que están actualmente dirigiendo en las Mayores, también me ha tocado pertenecer a una generación que obligatoriamente debe ver el juego de una manera distinta a cómo se hizo en un pasado reciente. Imagino que ya adivinaste que me refiero a la «era de los esteroides» y otras sustancias prohibidas. A esta nueva generación a la que pertenezco le va a tocar volver al juego inteligente, al que no depende de los jonrones, al que se basa en buena defensiva, velocidad en las bases, jugadas oportunas y por supuesto buen pitcheo. Supongo que eso es lo que se va a ver en los próximos años, y el que haga los ajustes primero va a llevar ventaja sobre sus rivales.

Marvin José Gómez Hernández, de Cabimas, Venezuela quiere saber si mi advertencia sobre devolver con la misma moneda si seguían dándoles bolazos a mis jugadores fue una manera de motivar al equipo para ser más agresivos en todos los aspectos del juego. No, en realidad fue justamente una advertencia a los equipos rivales. Un manager debe proteger a sus peloteros en todos los aspectos del juego, y no es posible que mientras los Medias Blancas de Chicago son el equipo cuyos pitchers han golpeado a menos rivales en todas las Grandes Ligas, nuestros jugadores aparecían de terceros como los más golpeados. Alguien dijo una vez: ojo por ojo, diente por diente. ¡Y conste, no fui yo quien lo dijo!

Emison Soto, de Maracaibo, en Venezuela, pregunta quién es la persona encargada de evaluar a los jóvenes talentos en nuestro país. Emison, nuestro scout es Amador Arias.

El profesor Miguel Antonio Narvaez, de San Carlos, Cojedes (Venezuela) me escribe para solicitar ayuda para una escuela de béisbol en esa entidad. Mientras que Jean Carlos Viloria, de Chichiriviche, solicita lo mismo pero para un equipo de jóvenes en esa población del Estado Falcón (Venezuela). Si por mí fuera estaría sembrado equipos de béisbol por todo el mundo, en parte para agradecer todo lo que ese deporte ha significado en mi vida. Sin embargo, la Fundación que dirige mi esposa en Venezuela ha decidido destinar los pocos recursos que recolectamos al área de la salud infantil, que es tanto o más importante que el deporte. Esa Fundación, por cierto, no tiene ningún aporte fijo de ninguna institución, pero tampoco tiene gastos porque todos los que ayudan a Ibis en su labor lo hacen de forma gratuita. Nadie cobra ni un solo centavo. Los recursos ocasionales provienen de los actos que nosotros mismos organizamos (firmas de autógrafos, subastas de artículos de Grandes Ligas, etc.) que lamentablemente no hemos podido realizar en los últimos años por mis múltiples compromisos. Sin embargo, todos los años buscamos ayuda para poder cumplir con la Asociación de Padres de Niños con Cáncer, para quienes donamos más de 350 regalos de navidad y, lo más importante, compartimos con ellos en su fiesta navideña. Gracias a Dios existen empresas como Polar y Tiburones de La Guaira que nos ayudan a seguir cumpliendo con esta Asociación que hace un trabajo extraordinario. Les prometo que cuando tengamos más recursos consideraremos sus solicitudes.

Rafael García de Margarita, Venezuela me envía una lista de jugadores venezolanos que pertenecen a otros equipos, y me pregunta cuáles quisiera tener yo en Chicago. Aunque yo no soy quien contrata a los jugadores, ciertamente en la lista de Rafael hay nombres que cualquier manager quisiera tener. Sin embargo, todos ellos tienen compromisos con sus respectivas organizaciones, que difícilmente los dejarían ir gracias a su calidad. Los venezolanos cada día son más cotizados en este mercado, algo que debe llenar de orgullo a todos los amantes del béisbol en el país.

Dos preguntas del Salvaje Oeste. Angel Rivera, de Tucson (Arizona) pregunta mi opinión sobre el boricua Alex Ríos. Bueno Angel, creo que Alex nos va a ayudar mucho, aunque todavía no ha explotado todo su potencial. Creo que aún está en su etapa de adaptación. Y Carlos Castillo, de Plano (Texas) pregunta por qué no pasamos intencionalmente a Mike Lowell en el juego ante Boston que perdió José Contreras, quien, según Angel, estaba nervioso. ¡Imagínate! Tú desde Texas sabías que el súper veterano Contreras, hombre de mil batallas en Cuba, estaba nervioso y Lowell le iba a dar jonrón. Lo dicho: mientras más lejos del terreno, la gente es más inteligente.

Ramiro Pérez, de Orlando (Florida) pregunta cómo es mi relación con la prensa de Chicago. La mejor manera de saberlo, Ramiro, es revisando tu mismo los distintos diarios de la ciudad por Internet. Te aseguro que vas a llegar a la misma conclusión que yo: la prensa me trata muy bien.

Ender Elias Chaparro Camargo es un niño de Maracaibo, en el Estado Zulia (Vzla) que en estos momentos está en Estados Unidos representando al equipo de la Liga Coquivacoa en el Mundial de las Pequeñas Ligas, en Williamsport, Pennsylvania. Al momento de escribir estas líneas no sé cómo le va a nuestra representación en el evento, pero igual le deseo a Ender y todos sus compañeros la mejor de las suertes, y que aprovechen al máximo esa experiencia que será inolvidable en sus vidas. Quien quita que más adelante a muchos de ellos me los encuentre jugando en Grandes Ligas.

También de Maracaibo Leonardo Ferrer quiere saber si alguno de mis hijos está jugando béisbol profesional actualmente, y por qué se ha tardado tanto el debut de Jack Peavy. Leonardo, mi segundo hijo llamado Oney jugó un par de
años en las menores, pero ahora trabaja en la oficina con Chicago. El menor, Ozney, de 17 años, está en su último año de high school y sueña con jugar profesional. Veremos.

Y hasta aquí las respuestas de hoy. Quedaron algunas preguntas que intentaré responder en la próxima columna, pero no puedo despedirme sin agradecer a todos sus mensajes, comentarios, opiniones y críticas. Todos son bienvenidos. Saludos especiales para Raul Avilán, Johars Jiménez, Gladys Pérez, Yole Mata y Román Orive de Caracas, Cesar Reyes y familia de Vargas, Wilmer Aponte de Turmero, Michael Gámez de Chicago, Orlando Rafael Figueroa Reyes de Carora, Rafael García de Margarita, Juan Carlos Marín de Miami, Rafael Páez de Los Teques, Francisco García de La Asunción y a muchísimos otros que me honraron con su atención.

¡Será hasta dentro de 15 días, cuando espero estar escribiendo con un pie metido en la post-temporada!

Explicaciones desde la cueva

Antes que nada quisiera agradecer a todas aquellas personas que dedicaron unos minutos de su tiempo para enviarme sus preguntas, opiniones, felicitaciones y críticas a través de esta página. Estoy seguro de que este contacto directo entre ustedes y nosotros va a ser muy productivo. En esta segunda columna intentaré responder algunas de las inquietudes que me enviaron, así como hacer algunos comentarios sobre el equipo, que ciertamente está atravesando momentos difíciles.

Yo sigo siendo optimista, al igual que mis jugadores, y creo que en algún momento vamos a juntar el buen pitcheo con el bateo oportuno y la buena defensa, y comenzarán a llegar las victorias. Hasta ahora eso no ha ocurrido con la consistencia que esperamos.

Miguel Monges me pregunta si es posible terminar de primeros a pesar de haber empezado la campaña con tanta gente en la lista de lesionados. Es verdad, Miguel: cuando uno conforma el equipo en el spring training lo menos que se imagina es que varias de sus piezas clave van a estar ausentes por problemas de salud. En el 2004, mi primer año como manager, perdimos nuestro tercero y cuarto bate por lesión a mitad de campaña, y allí se acabó el sueño de pasar a la post-temporada. No era imposible, pero realmente fue difícil producir carreras sin Magglio Ordóñez y Frank Thomas en la alineación. De ahí que siempre destaco la importancia de mantenerse sano, sobre todo en una temporada de 162 juegos.

Luis Angel Rodríguez me pide mantener una alineación «¡lo más estable posible!» Tienes razón Angel: ese es el escenario ideal, pero no es fácil, no sólo por las lesiones que hemos debido afrontar, sino por el descanso obligatorio que deben recibir algunos de los jugadores que juegan casi todos los días. Cuando uno se plantea como meta llegar y ganar la Serie Mundial, sabe que el esfuerzo exigirá un mínimo de 11 juegos adicionales en octubre, y es imposible llegar hasta allí en plenitud de condiciones si los jugadores clave no han recibido el descanso necesario durante la temporada. Además, al perder a nuestro primer bate por lesión en las primeras semanas, hemos debido experimentar múltiples variantes intentando ubicar a cada jugador en el lugar que rinda más. No ha sido fácil, pero estoy seguro que pronto lograremos un lineup estable.

Fernando Bosh, Rafael Castro y Sergio Villareal figuran entre quienes preguntan por José Contreras. Honestamente, me quito el sombrero ante su profesionalismo. Si antes lo respetaba como jugador, por su trabajo constante, su entusiasmo y simpatía, ahora lo admiro y respeto más por la actitud asumida ante este comienzo de campaña. Nadie esperaba que José fuera a estar listo antes de julio-agosto, y se presentó en Arizona en un estado físico que sorprendió a todos. Quizás su rehabilitación no estaba completa y nos apresuramos en incorporarlo a la rotación. Sin embargo, él mismo propuso ir a las menores a reencontrarse con su mecánica, y eso es digno de agradecimiento y respeto. Cualquier otro se hubiera quedado en su casa disfrutando del dinero que le garantiza su contrato. Contreras, en cambio, fue a Charlotte a trabajar, porque quiere regresar para ayudar a su equipo. Yo estoy seguro de que va a ser así.

Cristóbal Silva me recuerda que necesitamos un primer bate que sea consistente y que no se lesione. Es verdad, Cristóbal, y si sabes dónde hay uno, avísame, ¡que yo mismo voy a buscarlo mañana mismo!

Juan Moreno me pregunta cómo voy a hacer para que los Medias Blancas practiquen mi estilo de juego si tenemos un equipo totalmente ofensivo. Este año agregamos velocidad a la alineación con jugadores como Dewayne Wise y Chris Getz, que se sumarían a Alexei Ramírez y Carlos Quentin para permitirnos hacer más jugadas y agregar agresividad en las bases. También Josh Fields debía agregar juventud y poder. Por ahora, las lesiones y el bajo rendimiento no nos ha permitido hacerlo, pero confío en que muy pronto vamos a lograr que la fuerza y la experiencia de peloteros como Jermaine Dye, Jim Thome, Paul Konerko y A.J. Pierzinski se combinen con los jóvenes para producir las carreras que necesitamos para ganar.

Smery Cortez y Carmelo Salazar preguntan si Freddy García está en nuestros planes. Un Freddy García sano sin dudas puede ayudarnos mucho, porque yo mejor que nadie sé de su capacidad y talento en los juegos importantes. Freddy, sin embargo, no ha podido recuperar la efectividad en sus envíos, principalmente por molestias en su hombro. Sé que está trabajando fuerte, y personalmente espero que pronto alcance sus condiciones óptimas, porque además nos une una gran amistad. La decisión de su eventual contratación sería, sin embargo, una responsabilidad de nuestro gerente Kenny Williams.

Y eso me permite responder a Martín Quintero, quien dice «haber escuchado» que mi hijo fue firmado por los Medias Blancas sin ser muy bueno jugando béisbol porque yo lo impuse, y que por eso se dejó de contratar a otros mejores. Martín: si le haces caso a todo lo que escuchas te vas a volver loco. Lo primero que puedo decirte es que, a pesar de mis excelentes relaciones con Jerry Reinsdorf, la verdad es que no tengo poder para imponer algo así en esta organización. Mi trabajo no tiene nada que ver con firma de jugadores. Oney Roberto, que es el hijo al que te refieres, fue firmado en el round 36 del draft del 2007, porque hubo personas que consideraron que tenía talento para ser un profesional del béisbol, y te garantizo que no le quitó la oportunidad a nadie. Como padre, le brindé el mismo apoyo que les he brindado a todos mis hijos. No iba a ser yo quien le frustrara su aspiración de jugar béisbol profesional, sobre todo a una persona que ha estado rodeada de béisbol y de Grandes Ligas durante toda su vida. El nació en enero de 1986, apenas semanas después de que me entregaron el premio como Novato del Año de la Liga Americana en 1985. El mismo decidió este año renunciar a su sueño de ser pelotero, pero sus conocimientos y habilidades las está empleando en trabajos de oficina. Pienso que su experiencia como jugador fue fructífera, y lo ayudó a él a crecer como persona, y a muchos latinos que convivieron con él en sus dos años en las menores.

Quisiera de verdad tener tiempo y espacio para seguir respondiendo sus preguntas, pero son demasiadas. Algunas, que no tienen que ver directamente conmigo, las van a responder personas de la organización. El profesor Paul LaReau pregunta por afiches para decorar su clase de secundaria en Indiana, Mavel Zubia quiere saber sobre clínicas de entrenamiento, Francisco Eduardo Arrayo quiere averiguar si volveremos a jugar en Hermosillo, México. Muchos otros enviaron felicitaciones y palabras de aliento que agradezco enormemente. Sigan escribiendo, que de alguna forma siempre voy a tener tiempo para leer sus mensajes y responder sus inquietudes. Y nuevamente: ¡gracias por su apoyo!