Etiquetado: Josh Fields
Quiere mejorar en casa
Una de las cosas que nos propusimos al comenzar la temporada fue mejorar nuestro récord como visitantes, porque en casa, con el apoyo de nuestro público, generalmente tenemos récord ganador. Sin embargo, este año ha sido tan extraño para todos, que en nuestros últimos 12 juegos en el U.S. Cellular Field dejamos récord de 4 ganados y 8 perdidos, mientras que en la carretera, en los últimos 9 encuentros, hemos obtenido 7 victorias con 2 derrotas, incluyendo los dos triunfos del fin de semana ante los líderes de la División Central de la Liga Nacional, los Cerveceros de Milwaukee.
Si algo debo destacar de este equipo, a pesar de los altos y bajos que nos han caracterizado durante lo que va de temporada, es que nunca se rinde. Pase lo que pase, mis jugadores salen al terreno a dar su mejor esfuerzo para ganar. Es verdad que no hemos logrado la consistencia que estamos buscando, y que a veces hasta yo mismo me siento confundido por unas actuaciones tan irregulares, pero lo cierto es que hasta ahora hemos ganado y hemos perdido como equipo, como grupo.
Es importante destacar las dos actuaciones que ha tenido hasta ahora el cubano José Contreras, quien comenzó la temporada con record de 0-5 y él mismo propuso ir a las menores a fortalecer sus condiciones para regresar a ayudar al equipo. En aquella oportunidad, cuando se planteó la posibilidad de enviarlo a AAA, Contreras nos dijo a Kenny Wiliams y a mí que necesitaba lanzar para ponerse fuerte, porque estaba seguro que iba a regresar para ayudar. Palabra cierta. José ha tenido dos salidas de 8 entradas cada una, permitiendo apenas 3 imparables: uno en su primera salida ante los líderes Tigres de Detroit, y dos contra los también líderes Cerveceros. Es muy difícil que en todas sus presentaciones vaya a ser tan efectivo, pero si se mantiene consistente, seguro va a ser una de las piezas claves en las aspiraciones que todavía tenemos de conquistar el título de la división.
Ahora, sin embargo, tenemos que plantearnos mejorar también nuestro récord en casa. Y vuelvo con la misma cantaleta: material tenemos, talento hay, pero necesitamos ser consistentes. Necesitamos hacer las pequeñas cosas, conectar los batazos importantes, hacer los outs de rutina, retirar a los rivales en situaciones de apremio. Aquí hay gente que sabe hacer eso, y otros que lo están aprendiendo rápido. Si logramos mantenernos saludables, alejados de las lesiones, y jugamos la pelota que sabemos jugar, tendrán que contar con nosotros hasta el final. A mí, particularmente, me sigue gustando el equipo que tengo.
Ahora, vamos a responder algunos de sus correos:
Melissa Cruz, de Yubacoa, en Puerto Rico, pregunta mi opinión sobre el cambio que trajo al receptor Ramón Castro de los Mets a los Medias Blancas. Me parece un buen cambio, porque Ramón seguramente nos va a ayudar. Con él, nuestro catcher titular A.J. Pierzinsky podrá disfrutar de algunos días de descanso que tanta falta le hacen. No es fácil mantenerse toda la temporada detrás del plato, sobre todo jugando con la intensidad de A.J., quien sale todos los días al terreno a dar el mil por ciento en cada juego.
Pedro Soto, de Chicago, pregunta «¿cómo puedes mandar a un bateador a tocar con dos strikes y una bola sin outs y corredor en primera casi al final del partido y empatado a dos?». No sé si es una pregunta hipotética o si se refiere a algún juego en particular. En todo caso, yo no creo que sería capaz de hacer algo así, pero si eso ocurrió, tal como sugiere Pedro, tendría que revisar bien la situación de ese encuentro para recordar qué pudo haber pasado. Siempre digo que los juegos se ven mejor, mientras la persona esté sentada más lejos de la acción. Desde las tribunas todo se ve facilito, y algunas cosas pueden parecer absurdas, sin saber lo que está ocurriendo en el dugout. Por último, no olviden que hasta yo soy humano y cometo errores, como cualquier mortal.
Jordy Pérez de León, de Nueva York, me pregunta cuándo van a revelar la lista de los 103. Obviamente Jordy se refiere a los otros 103 jugadores que salieron positivos por esteroides en la temporada 2003. Lamento desilusionarte Jordy, pero la verdad es que no tengo ni idea sobre el tema.
Carlos Luis Hidalgo, de Venezuela, pregunta si es verdad algo que escribió Juan Vené en su columna, de que «una pelea a puñetazos entre el manager de los Medias Blancas, Oswaldo Guillén, y el 3B Josh Fields fue evitada por otros peloteros». Eso es absolutamente falso, por lo cual el señor Vené es sencillamente un mentiroso. Field es un joven muy religioso, bien educado y yo, aunque todavía algunos no lo crean, soy demasiado inteligente para llegar a una situación como esa. Fields está molesto porque perdió la titularidad en la tercera base, pero personalmente le expliqué que su actuación no ha sido, hasta ahora, la que el equipo esperaba de él. En cuanto a Vené, en el medio periodístico todos lo conocen. Utiliza su columna para hablar mal y descalificar a quienes no les caen, llegando incluso a ponerles sobrenombres ofensivos. Me cuentan mis amigos periodistas de Nueva York que ya Vené ni siquiera iba al Yankee Stadium el año pasado, lo cual indica que se ha convertido en uno de esos tipos que escribe desde su casa, sin poner un pie donde está la verdadera acción. Por su mal carácter no lo quiere ningún equipo venezolano en sus circuitos radiales o televisivos. La Confederación del Caribe le negó la credencial para cubrir la Serie del Caribe el año pasado. Cada día va cerrando más puertas. Es una lástima que un tipo con esa trayectoria se haya convertido, con el pasar de los años, en un chismoso mentiroso.
Joel Rodríguez, de Caracas, pregunta por qué los Medias Blancas no negocian a Grégor Blanco con Atlanta para que sea nuestro primer bate. La verdad Joel es que yo no tengo que ver con las negociaciones de peloteros. De eso se encarga el Gerente General Kenny Williams, quien tiene un equipo de profesionales encargados de evaluar y analizar las actuaciones de los jugadores de los otros equipos, para luego hacer sus recomendaciones. Ellos son los que realmente saben de la materia. Me imagino que si Grégor hace méritos para ser considerado como un «primer bate ideal», tal como tú afirmas, con seguridad intentarán negociarlo.
Duane Abreu, de Guacara en el Estado Carabobo, Venezuela, pregunta si me gustaría tener a Bob Abreu en mi roster. A cualquier equipo le encantaría tener a Bob en sus filas.
Geovanis López, de La Habana, Cuba, y Manuel Gómez preguntan por qué Dayan Viciedo no es subido a Grandes Ligas. Todo a su tiempo Geovanis, todo a su tiempo. Dayan va a subir cuando esté realmente listo para ayudarnos a ganar juegos. Mientras tanto, es mejor que esté en las menores jugando todos los días, enfrentando buenos lanzadores, preparándose para ser cada día mejor.
Nancy Ward me escribe en inglés para pedirme una recomendación para su hija y su prometido, que son grandes fanáticos de los Medias Blancas. Ellos no juegan béisbol, y lo que me pide Nancy es un consejo matrimonial («little marriage advice»). Tengo 26 años felizmente casado y puedo decirles que el matrimonio es como el béisbol: tiene muchos días buenos, y uno que otro día malo. Lo importante es querer mucho a su pareja, amarla, respetarla, y no dejar que los malos momentos lleguen a opacar los mil momentos felices que se han compartido juntos.
Ray Rojas, de Minnesota, pregunta por qué no cambiamos a los pitchers abridores cuando en los primeros tres innings están teniendo una mala actuación. Insisto Ray: eso no es tan fácil como se ve desde afuera. A veces el bullpen está agotado y hay que exprimir al lanzador para que trate de aguantar aunque sean cinco entradas. Cada caso es muy diferente, pero también cada equipo maneja su cuerpo de pitcheo a su manera. Nosotros no trabajamos «como lo hacen los demás equipos», como tú dices, porque tenemos nuestros propios criterios. Mal que bien, en estos 5 años que tenemos trabajando juntos, hemos logrado dos títulos divisionales y una Serie Mundial, lo que podría indicar que lo estamos haciendo bastante bien. Sin embargo, gracias por tu sugerencia, y las de todos los demás amigos que dedicaron unos minutos para escribirme, saludarme y desearme lo mejor para la temporada.
No puedo despedirme sin enviar un saludo a Eduardo Flores, de Barquisimeto, y a todos los integrantes del equipo «Bandidos de Un Solo Brazo», que tantas glorias le han dado a Venezuela en competiciones internacionales. Tuve la oportunidad de compartir con un grupo de ellos en mi casa de Caracas, y hasta de jugar una Caimanera contra ellos junto a Bob Abreu, Freddy García y Ugueth Urbina, y siempre los recuerdo con mucho afecto.
Suerte en sus próximas competencias.
En 15 días estaremos nuevamente respondiendo sus inquietudes, compartiendo sus opiniones, comentarios y críticas. Una vez más, gracias por su participación.
Explicaciones desde la cueva
Antes que nada quisiera agradecer a todas aquellas personas que dedicaron unos minutos de su tiempo para enviarme sus preguntas, opiniones, felicitaciones y críticas a través de esta página. Estoy seguro de que este contacto directo entre ustedes y nosotros va a ser muy productivo. En esta segunda columna intentaré responder algunas de las inquietudes que me enviaron, así como hacer algunos comentarios sobre el equipo, que ciertamente está atravesando momentos difíciles.
Yo sigo siendo optimista, al igual que mis jugadores, y creo que en algún momento vamos a juntar el buen pitcheo con el bateo oportuno y la buena defensa, y comenzarán a llegar las victorias. Hasta ahora eso no ha ocurrido con la consistencia que esperamos.
Miguel Monges me pregunta si es posible terminar de primeros a pesar de haber empezado la campaña con tanta gente en la lista de lesionados. Es verdad, Miguel: cuando uno conforma el equipo en el spring training lo menos que se imagina es que varias de sus piezas clave van a estar ausentes por problemas de salud. En el 2004, mi primer año como manager, perdimos nuestro tercero y cuarto bate por lesión a mitad de campaña, y allí se acabó el sueño de pasar a la post-temporada. No era imposible, pero realmente fue difícil producir carreras sin Magglio Ordóñez y Frank Thomas en la alineación. De ahí que siempre destaco la importancia de mantenerse sano, sobre todo en una temporada de 162 juegos.
Luis Angel Rodríguez me pide mantener una alineación «¡lo más estable posible!» Tienes razón Angel: ese es el escenario ideal, pero no es fácil, no sólo por las lesiones que hemos debido afrontar, sino por el descanso obligatorio que deben recibir algunos de los jugadores que juegan casi todos los días. Cuando uno se plantea como meta llegar y ganar la Serie Mundial, sabe que el esfuerzo exigirá un mínimo de 11 juegos adicionales en octubre, y es imposible llegar hasta allí en plenitud de condiciones si los jugadores clave no han recibido el descanso necesario durante la temporada. Además, al perder a nuestro primer bate por lesión en las primeras semanas, hemos debido experimentar múltiples variantes intentando ubicar a cada jugador en el lugar que rinda más. No ha sido fácil, pero estoy seguro que pronto lograremos un lineup estable.
Fernando Bosh, Rafael Castro y Sergio Villareal figuran entre quienes preguntan por José Contreras. Honestamente, me quito el sombrero ante su profesionalismo. Si antes lo respetaba como jugador, por su trabajo constante, su entusiasmo y simpatía, ahora lo admiro y respeto más por la actitud asumida ante este comienzo de campaña. Nadie esperaba que José fuera a estar listo antes de julio-agosto, y se presentó en Arizona en un estado físico que sorprendió a todos. Quizás su rehabilitación no estaba completa y nos apresuramos en incorporarlo a la rotación. Sin embargo, él mismo propuso ir a las menores a reencontrarse con su mecánica, y eso es digno de agradecimiento y respeto. Cualquier otro se hubiera quedado en su casa disfrutando del dinero que le garantiza su contrato. Contreras, en cambio, fue a Charlotte a trabajar, porque quiere regresar para ayudar a su equipo. Yo estoy seguro de que va a ser así.
Cristóbal Silva me recuerda que necesitamos un primer bate que sea consistente y que no se lesione. Es verdad, Cristóbal, y si sabes dónde hay uno, avísame, ¡que yo mismo voy a buscarlo mañana mismo!
Juan Moreno me pregunta cómo voy a hacer para que los Medias Blancas practiquen mi estilo de juego si tenemos un equipo totalmente ofensivo. Este año agregamos velocidad a la alineación con jugadores como Dewayne Wise y Chris Getz, que se sumarían a Alexei Ramírez y Carlos Quentin para permitirnos hacer más jugadas y agregar agresividad en las bases. También Josh Fields debía agregar juventud y poder. Por ahora, las lesiones y el bajo rendimiento no nos ha permitido hacerlo, pero confío en que muy pronto vamos a lograr que la fuerza y la experiencia de peloteros como Jermaine Dye, Jim Thome, Paul Konerko y A.J. Pierzinski se combinen con los jóvenes para producir las carreras que necesitamos para ganar.
Smery Cortez y Carmelo Salazar preguntan si Freddy García está en nuestros planes. Un Freddy García sano sin dudas puede ayudarnos mucho, porque yo mejor que nadie sé de su capacidad y talento en los juegos importantes. Freddy, sin embargo, no ha podido recuperar la efectividad en sus envíos, principalmente por molestias en su hombro. Sé que está trabajando fuerte, y personalmente espero que pronto alcance sus condiciones óptimas, porque además nos une una gran amistad. La decisión de su eventual contratación sería, sin embargo, una responsabilidad de nuestro gerente Kenny Williams.
Y eso me permite responder a Martín Quintero, quien dice «haber escuchado» que mi hijo fue firmado por los Medias Blancas sin ser muy bueno jugando béisbol porque yo lo impuse, y que por eso se dejó de contratar a otros mejores. Martín: si le haces caso a todo lo que escuchas te vas a volver loco. Lo primero que puedo decirte es que, a pesar de mis excelentes relaciones con Jerry Reinsdorf, la verdad es que no tengo poder para imponer algo así en esta organización. Mi trabajo no tiene nada que ver con firma de jugadores. Oney Roberto, que es el hijo al que te refieres, fue firmado en el round 36 del draft del 2007, porque hubo personas que consideraron que tenía talento para ser un profesional del béisbol, y te garantizo que no le quitó la oportunidad a nadie. Como padre, le brindé el mismo apoyo que les he brindado a todos mis hijos. No iba a ser yo quien le frustrara su aspiración de jugar béisbol profesional, sobre todo a una persona que ha estado rodeada de béisbol y de Grandes Ligas durante toda su vida. El nació en enero de 1986, apenas semanas después de que me entregaron el premio como Novato del Año de la Liga Americana en 1985. El mismo decidió este año renunciar a su sueño de ser pelotero, pero sus conocimientos y habilidades las está empleando en trabajos de oficina. Pienso que su experiencia como jugador fue fructífera, y lo ayudó a él a crecer como persona, y a muchos latinos que convivieron con él en sus dos años en las menores.
Quisiera de verdad tener tiempo y espacio para seguir respondiendo sus preguntas, pero son demasiadas. Algunas, que no tienen que ver directamente conmigo, las van a responder personas de la organización. El profesor Paul LaReau pregunta por afiches para decorar su clase de secundaria en Indiana, Mavel Zubia quiere saber sobre clínicas de entrenamiento, Francisco Eduardo Arrayo quiere averiguar si volveremos a jugar en Hermosillo, México. Muchos otros enviaron felicitaciones y palabras de aliento que agradezco enormemente. Sigan escribiendo, que de alguna forma siempre voy a tener tiempo para leer sus mensajes y responder sus inquietudes. Y nuevamente: ¡gracias por su apoyo!