Etiquetado: Ozney Guillen

Descansando aquí en Miami durante mi día libre

Bueno … ¿qué les puedo decir? Hasta ahora, estamos jugando buen béisbol, pero definitivamente se puede mejorar. Desafortunadamente tuvimos un par de juegos duros aquí en Chicago que no pudimos cerrar. Sé que los muchachos son capaces de hacer el trabajo, sólo tenemos que hacerlo. Mientras tanto, todavía tengo la confianza de los muchachos en el bullpen para terminar los juegos. Lo han hecho anteriormente y por alguna razón han tenido dificultades en las últimas 2 semanas. Así que veremos a ver lo que sucede de ahora en adelante …

Pero no olvidemos que estamos 7-5 y que un montón de cosas buenas salieron de esta última serie y de los juegos en casa. Ya les dije que Oakland tenia buen pitcheo y lo demostró.  Pero nuestra ofensiva anotó algunas carreras y produjo lo suficiente para ganar partidos y eso es muy emocionante. Nuestros abridores han sido buenos; tenemos un par de chicos (Mark Buehrle y John Danks) que nos han dado ocho entradas grandes cada uno y han hecho un gran trabajo. Con eso en mente, tengo que proteger a mi gente; ese es mi trabajo. Es muy temprano en la temporada, asi es que no hay ninguna razón para arriesgar a nadie aun. Vamos a necesitar que todos estén en buenas condiciones para dar todo nuestro potencial.

Después de nuestro día libre, los Angels vienen a la ciudad. Siempre tenemos que estar atentos, porque cuando Mike Scioscia trae su equipo, siempre le gusta poner a los muchachos en movimiento y utilizar mucho pise y corre. Por lo que veo, nos enfrentaremos a Jered Weaver el viernes y Dan Haren al final, entonces va a ser difícil. Voy a seguir con mi gente en las buenas y en las malas. Somos un equipo. Ganamos como equipo y perdemos como equipo.

Voy a disfrutar mi día franco en Miami. Estoy aquí visitando a mi hijo, Ozney, a quien no he podido ver en mucho tiempo porque está en el medio de una temporada de pelota y lo extraño. Esto me da la oportunidad de distraer un poco la mente de las cosas, y ya mañana vamos a estar listo para ganarle a los Angels. Sé que mis muchachos van a estar listo a jugar, ¡y espero que ustedes estén listos para animar!

— Ozzie

Miami, Football y Familia

Como estamos, amigos? Te vengo del soleado Miami. Lo bueno de estar en Miami es que puedo ver la televisión venezolana y los juegos de pelota de invierno, me hace sentir como si estuviera en mi propia patria. Ha sido una semana tremenda para mí, estuve en el juego de los Bears el jueves pasado. Aunque me aburrí un poquito en el juego, pero me encanto hacer el «tailgate» con mi familia y amigos, ya que era la primera vez que lo hacía, y compartir con mi hijo más joven, Ozney, a quien no veo mucho. También vi a uno de sus mejores amigos y ojala una estrella futura de las Grandes Ligas, Manny Machado – los Orioles son afortunados de tenerlo (ten cuidado con este).  Me di cuenta que nadie viaja como los fanáticos de los Bears. Aprovecho la oportunidad para darle las gracias a todos los fanáticos que me vieron y me saludaron, me dio gran gusto tomarme fotos y firmar autógrafos. Fue extraño para mí estar en el estadio y no saber donde estaba supuesto de ir home plate! Y contrario a unos reportes, yo no estaba vistiendo de ningún equipo de football, traté de ponerme colores neutrales. Los fanáticos de la Florida tienen mucho que aprender de los de Chicago.

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Muchas gentes me han pedido que hable sobre los rumores de cambio que me involucran, entonces decidí hablar sobre eso de una vez por todas. Primero que todo quiero decir que no se mucho mas de esos rumores que los que pueda saber cualquier. Cuando escuché por primera vez sobre eso, me sentí bien orgulloso. Me hizo sentir querido por las gentes. Cuando tú eres coach, nunca piensas que tu nombre pueda estar involucrado en un cambio con uno de los mejores jugadores jóvenes del equipo. A la misma vez, me sentí un poco confundido. Aunque yo se que yo no soy alguien que no podía ser cambiado, como ichael Jordan, nunca pensé que los White Sox iban a cambiarme. En la que a mí respecta, todavía estoy orgulloso de trabajar por los White Sox y continuaré con la misma ética de trabajo, actitud y pasión que siempre he tenido.

Sigue preguntando lo que quieran. Voy a responder más de sus preguntas durante esta semana.  No tengan miedo!

Hasta la próxima …

Ozzie

Sparky, la Serie Mundial y la temporada baja

CHICAGO — Como están, amigos? Al fin regresé a Chicago y quiero contarles algunas cosas. A mí me encanta esta ciudad a pesar de que me estoy congelando!

Desgraciadamente, ayer el beisbol perdió una de sus más grandes leyendas, parky Anderson. Era un hombre extraordinario y lo vamos a extrañar mucho. Tuve la suerte de ver a Sparky manejar mis equipos y jugadores favoritos.  Creciendo en Venezuela los únicos juegos que podía ver eran de los Reds de Cincinnati de los años 70s (especialmente los equipos del 1975 y 1976) y mi jugador favorito era Dave Concepción. También fui afortunado de jugar contra él cuando estaba en Detroit y más adelante fui bendecido teniendo campeonatos tan buenos como los de él. Muchas gentes me han preguntado si tengo algunas historias sobre Sparky, entonces me acuerdo de algo, que a lo mejor será difícil de creer para la mayoría de ustedes, Sparky me dio base por bola intencional dos veces en mi carrera para lanzarle a Sammy Sosa, si el mismo Sammy Sosa que batió más de 600 cuadrangulares, aunque cuando esto pasó el todavía tenía sus «Jheri curls» y la piel era un poco más oscura (jajaja). Sparky definitivamente fue toda una figura de la pelota y lo vamos a extrañar.

Quiero felicitar a los Giants de San Francisco, y a Aaron Rowand, Juan Uribe y Bruce Bochy. Mi experiencia con FOX fue increíble y no hay palabras que expresen todo mi agradecimiento.  Fue muy excitante ver a los jugadores celebrar el campeonato. Espero poder repetir la experiencia pues amo tanto el juego que quiero estar involucrado lo más posible. Hay que felicitar también a la gerencia de los Giants y los Rangers. Llegue a la Serie Mundial en el ’99 con los Bravos y se cómo se siente la derrota. Estos jugadores se deben sentir muy orgullosos, ya que es muy difícil llegar ahí. Vi un poquito del desfile en San Francisco y fue excepcional. Esos jugadores ganaron con libertad y despreocupación, jugaron la pelota que a mí me gusta jugar.

Ahora que regresé a Chicago, planeo ver algunos juegos de baloncesto de los Bulls como el que vi anoche (gracias a todos los fanáticos que me saludaron). Vivo cerca del United Center y disfruto apoyando a la gente joven, como Joakim Noah y Derrick Rose, además de eso, siempre he sido un fanático del baloncesto.

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También quiero ver un juego de futbol de los Bears, aunque no estoy seguro si será aquí en Chicago. Nosotros los latinos nos congelamos en éste clima. Estoy planeando viajar a Miami para verlos jugar contra los Dolphins. Aunque haya un poco más de calor, no se preocupen, voy a soportar a los Bears. Cuando estoy en Miami, me gusta jugar mucho golf y ver a mi hijo más joven, Ozney, jugar en su Junior College. Creo que me voy a quedar allí durante la temporada baja,  y conseguirme alguien que me cocine (jajaja).

Tengo muy buenos amigos en Miami, juego bastante golf con Joey Cora y veo a Freddy García y sus hijos, los que son prácticamente parte de mi familia. Aunque tratemos de relajarnos, siempre hablamos de beisbol. Los Guillens viven la pelota a todas horas del día y yo hasta le di a mi perro el nombre «DH», en honor a mi buen amigo Harold Baines

Espero que ustedes hayan visto la broma de Jimmy Kimmel sobre mí, la pueden ver en mi post anterior, está bien cómico. Leí todas sus preguntas y comentarios y me encantan, así que pregúntenme cualquier cosa y no tengan miedo (jaja), quizás ustedes me pueden enseñar algo, no me molesta pedir consejos. Ahora, es tiempo de relajarse en ésta temporada baja con un poquito de música, la playa, y, seguramente beisbol, por que el caos nunca para!

Saludos, mi amigos. Hablamos pronto, bien pronto.

Ozzie

¡Vergüenza!

Avergonzados. Así debemos sentirnos todos después de estos primeros juegos ante Medias Rojas y Yankees en sus estadios de Boston y Nueva York. Sabíamos que la gira de 10 días iba a ser difícil, pero ni en mi peor pesadilla hubiera imaginado 1 victoria y 5 derrotas en los primeros 6 encuentros. Cuando hemos ganado lo hemos hecho como equipo. Ahora estas derrotas debemos afrontarlas todos con la misma vergüenza, porque cada uno de nosotros tiene su cuota de responsabilidad. Yo siento vergüenza y me cuestiono a mí mismo al pensar que no estoy haciendo lo correcto para ganarme el sueldo que me pagan por hacer de este equipo un conjunto competitivo y batallador. Me cuestiono y avergüenzo por no hacer la alineación que produzca las carreras para ganar, por no traer al montículo el lanzador adecuado para hacer los outs. Y si alguien en el equipo no siente la misma vergüenza que yo, entonces creo que escogió el trabajo equivocado.

Al momento de escribir esta columna, sábado en la noche en Nueva York, lo hago todavía con el sabor amargo de la derrota por 10 carreras a cero ante los Yankees. Un juego en el que un equipo tenga más errores cometidos que hits conectados tiene que ser una vergüenza. Pienso que hasta los niños que están disputando la Serie Mundial de Pequeñas Ligas en Pennsylvania jugaron ese día mejor que nosotros. Lo peor de todo es que sé que nuestro equipo es muy superior a lo que ha mostrado en el terreno en estos primeros 6 juegos de visitantes. El lunes pasado, cuando iniciamos la gira en Boston, el periodista venezolano residenciado en Nueva York, Armando Talavera, quiso saber mi opinión sobre los Medias Blancas, y le respondí: «Tengo equipo para ser Campeón Mundial». Supongo que Armando debe estar pensando en recomendarme un siquiatra que cure mis delirios de grandeza. Pero es verdad. Tenemos talento y material para ser Campeones en el papel, pero nos falta ejecutar.

Nunca me he considerado un perdedor, y mucho menos soy una persona pesimista, pero si me preguntan en este momento, creo que estamos en una situación difícil, porque nosotros mismos nos metimos en ella. Sabemos dónde está la cima de la montaña, y tenemos el deseo de llegar a ella, pero pareciera que no hay piernas para llegar. Al menos eso es lo que parece después de perder las dos primeras series ante Yankees y Boston. El lunes comenzamos la última serie de la gira en el Metrodome, donde los Mellizos parecen imbatibles. Imagino que será una buena oportunidad para demostrar que aún estamos vivos, que todavía tenemos deseos y que seguimos en la lucha por el título de la división que con tanto sacrificio ganamos el año pasado.

Antes de comenzar a responder sus preguntas y comentarios, aprovecho para decirles que leer sus mensajes positivos y de aliento es, la mayoría de las veces, una manera de retomar el optimismo en momentos difíciles como este. Gracias por su lealtad y por su apoyo.

Ahora sí, vamos con algunas respuestas.

Ben Morgan, de Lincoln (Nebraska), escribe en inglés para hacerme una pregunta que yo me hecho cientos de veces sin encontrar todavía una respuesta: ¿Por qué nuestra ofensiva falla tan estrepitosamente cuando enfrenta a jóvenes lanzadores que vemos por primera vez? Honestamente Ben, no sé. Uno sabe que el lanzador siempre tiene ventaja sobre el bateador, que como tu bien dices, se va adaptando y va haciendo ajustes a medida que lo enfrenta en repetidas oportunidades. El pitcher, ciertamente, tiene el control de la situación, no sólo porque es quien tiene la bola en la mano, sino también porque es quien sabe qué lanzamiento va a hacer, si es curva, recta, cambio, slider. A qué velocidad lo va a lanzar, a qué altura del plato, alta, baja, adentro o afuera. O sea, el bateador está ahí parado en home con su bate en la mano, preparado para hacerle contacto a una esférica que puede venir a 70 o a 100 millas por hora, sin saber si va a romper hacia un lado, va a caer, etc. ¡Y para decidir sólo tiene fracciones de segundo! Cuando no conoce al pitcher, ese bateador está aún más indefenso, porque no conoce su repertorio. Pero eso ha sido así desde que fue inventado el béisbol, y en la segunda o tercera visita al plato ya un buen bateador debería conocer mejor la situación, y hacer los ajustes para tener éxito. A nosotros eso realmente nos ha costado mucho este año, pero insisto que desconozco las razones.

Guillermo Rada de Cumaná, Venezuela, dice que le intriga lo que ocurrió el año pasado con Javier Vázquez, quien esta temporada está teniendo éxito con los Bravos de Atlanta. Guillermo quiere saber si yo lo puse en la palestra por lo que él llama «poca fortaleza emocional». Puedo decirte Guillermo que a Javier lo conocí cuando fui coach de los Expos, y siempre me gustó su actitud en el montículo, además de su calidad humana. El año pasado tuvo varias oportunidades de ayudar al equipo en juegos que eran cruciales, y lamentablemente no pudo hacer el trabajo. Eso ocurre en el béisbol. Quizás fue un mal año, algo que todo el mundo experimenta en su carrera. Yo personalmente le deseo el mejor éxito, porque como él mismo dijo, con lo que ha hecho hasta ahora podrá vivir tranquilo el día que se retire, y podrá compartir felizmente con su familia.

El doctor Julio Antonio Machillanda, de Porlamar, Venezuela encabeza la lista de fanáticos que escriben para hacer comentarios sobre el cubano José Contreras. En esa lista, haciendo comentarios de todo tipo, figuran nombres como Frank Abel Villalonga de La Habana, Alfredo Valle de Tenerife, Orlando García de Naples, Roberto Trujillo de Santa Cruz de Tenerife, Jorge Amaro y varias personas más. Extrañamente no escribió esta vez Francisco Aguiar, de Tampa, quien varias veces envió mensajes acusándome de maltratar a Contreras, de utilizarlo mal, de no saber cuándo sacarlo por un relevista y un largo etcétera de objeciones. La semana pasada un periodista me preguntó en Boston si José volvería a iniciar un juego por Chicago y le respondí que yo tengo tres hijos, y me encantaría estar vivo cuando nazcan mis nietos. De verdad, no quisiera morir de un infarto antes de tiempo. Sin embargo, Contreras inició el sábado contra los Yankees porque sencillamente no teníamos otra opción mejor. Si me preguntan las razones de esta debacle del «***án de Bronce» debo responder que no sé, porque si algo puede decirse de Contreras es que es un gran trabajador y un guerrero. Algunos de ustedes, en sus cartas, dicen que lo conocen desde sus días en Cuba, y que puede ser falta de concentración, que no está lanzando por debajo del brazo, que no está utilizando la bola de tenedor, y otro largo etcétera de razones. Yo, más que nadie, sigo esperando que José vuelva a ser el pitcher que en el 2005 nos ayudó a conquistar el título de Campeones, sobre todo ahora que lo necesitamos con urgencia. Vamos a ver qué pasa.

Jonathan Gallegos, de Bogotá, también opina acerca de Contreras y se pregunta por qué esperé tanto para sacarlo cuando le hicieron 6 carreras en un inning ante los Medias Rojas de Boston. Jonathan, además de opinar que a veces yo hablo demasiado, algo que no es un descubrimiento para nadie, me ofrece algunas sugerencias sobre cómo manejar el equipo. Bueno Jonathan, voy a repetirte lo que he dicho varias veces en mi carrera: mientras más lejos estás del terreno, más inteligente te sientes. Quienes ven los juegos desde las tribunas ven todo clarito y saben todo mejor que el manager y los 5 ó 6 técnicos que están en el dugout. Una vez dije que le iba a regalar un celular a todos los fanáticos para que me llamaran y me dijeran qué hacer antes de las jugadas, y no después, como ocurre casi siempre. Hay tantas cosas que los fanáticos no saben, y que influyen en las tomas de decisiones, que explicarlas todas sería razón para escribir un libro. Pero de todas formas, gracias por tomar unos minutos de tu tiempo para compartir conmigo tu opinión.

Liz Pinto, de Valencia, Venezuela comenta sobre el gran año que está teniendo Cl
eveland Santeliz con los Barones de Birmingham, nuestra sucursal AA, y pregunta mi opinión sobre el compatriota. Liz no es la única que está pendiente de Santeliz, a quien ya en una columna anterior describí como un gran muchacho, con una buena actitud para pichar. Parte de su éxito ha sido mantenerse sano, ya que desde que fue firmado se consideró que tenía mucho talento, pero las lesiones no le habían permitido demostrarlo.

El es uno de los criollos que viene abriéndose paso en nuestras sucursales, y que yo espero que pronto lleguen varios a Grandes Ligas, para poder responderle a todos los que semanalmente hacen la misma pregunta: ¿por qué no hay más venezolanos en White Sox siendo el manager Ozzie Guillén? Espero que por ahí vengan algunos.

Muchos fueron también los que en estos quince días escribieron para opinar sobre la incorporación de Freddy García a nuestro roster. Algunas preguntas y comentarios llegaron antes de que Freddy hiciera su debut con nuestro uniforme, otras llegaron después de su segunda salida. Elio Barroso de Charallaves, Jesús Ramos de Santa Teresa del Tuy, Roysbelk García de Cúa, Eliel Padrino y Reinaldo Pérez de Caracas, Yubín Rios de Maracaibo, Thomas Enrique Pérez Ramos, Víctor Lapenta, Miguel Saldivia y muchos otros aparecen en esa lista. En una entrevista que apareció el sábado pasado en el Sun-Times de Chicago, Freddy admite que por primera vez en los últimos dos años se siente realmente saludable y sin molestias en su brazo de lanzar. Creo que su salida ante Boston fue una muestra de eso. Ese día, Freddy demostró que no está en Chicago porque está casado con una sobrina de mi esposa, ni porque Kenny Williams tiene una agencia de beneficencia y quiere agradecerle a todos los que nos ayudaron a quedar campeones en 2005. Freddy está aquí porque se le hizo un examen médico que demostró que su hombro estaba sano, y porque en las salidas que hizo en las menores lució bien. ¿Va a ganar todas sus salidas de aquí en adelante? No creo, pero seguro va a ayudar, y espero que lo suficiente para ser considerado para el próximo año, cuando ya en teoría tenemos 4 abridores seguros (Buehrle, Danks, Floyd y Peavy) y queda un cupo por definir. Pero ese es otro tema, por ahora estamos concentrados en el 2009 y nuestra carrera por llegar a la post-temporada, para lo cual necesitamos la ayuda de Freddy.

Dario Sánchez, de Valencia, Venezuela pregunta si me considero parte de lo que él llama «la nueva generación de managers de Grandes Ligas». Bueno, supongo que sí porque además de ser un manager joven con respecto a muchos de los que están actualmente dirigiendo en las Mayores, también me ha tocado pertenecer a una generación que obligatoriamente debe ver el juego de una manera distinta a cómo se hizo en un pasado reciente. Imagino que ya adivinaste que me refiero a la «era de los esteroides» y otras sustancias prohibidas. A esta nueva generación a la que pertenezco le va a tocar volver al juego inteligente, al que no depende de los jonrones, al que se basa en buena defensiva, velocidad en las bases, jugadas oportunas y por supuesto buen pitcheo. Supongo que eso es lo que se va a ver en los próximos años, y el que haga los ajustes primero va a llevar ventaja sobre sus rivales.

Marvin José Gómez Hernández, de Cabimas, Venezuela quiere saber si mi advertencia sobre devolver con la misma moneda si seguían dándoles bolazos a mis jugadores fue una manera de motivar al equipo para ser más agresivos en todos los aspectos del juego. No, en realidad fue justamente una advertencia a los equipos rivales. Un manager debe proteger a sus peloteros en todos los aspectos del juego, y no es posible que mientras los Medias Blancas de Chicago son el equipo cuyos pitchers han golpeado a menos rivales en todas las Grandes Ligas, nuestros jugadores aparecían de terceros como los más golpeados. Alguien dijo una vez: ojo por ojo, diente por diente. ¡Y conste, no fui yo quien lo dijo!

Emison Soto, de Maracaibo, en Venezuela, pregunta quién es la persona encargada de evaluar a los jóvenes talentos en nuestro país. Emison, nuestro scout es Amador Arias.

El profesor Miguel Antonio Narvaez, de San Carlos, Cojedes (Venezuela) me escribe para solicitar ayuda para una escuela de béisbol en esa entidad. Mientras que Jean Carlos Viloria, de Chichiriviche, solicita lo mismo pero para un equipo de jóvenes en esa población del Estado Falcón (Venezuela). Si por mí fuera estaría sembrado equipos de béisbol por todo el mundo, en parte para agradecer todo lo que ese deporte ha significado en mi vida. Sin embargo, la Fundación que dirige mi esposa en Venezuela ha decidido destinar los pocos recursos que recolectamos al área de la salud infantil, que es tanto o más importante que el deporte. Esa Fundación, por cierto, no tiene ningún aporte fijo de ninguna institución, pero tampoco tiene gastos porque todos los que ayudan a Ibis en su labor lo hacen de forma gratuita. Nadie cobra ni un solo centavo. Los recursos ocasionales provienen de los actos que nosotros mismos organizamos (firmas de autógrafos, subastas de artículos de Grandes Ligas, etc.) que lamentablemente no hemos podido realizar en los últimos años por mis múltiples compromisos. Sin embargo, todos los años buscamos ayuda para poder cumplir con la Asociación de Padres de Niños con Cáncer, para quienes donamos más de 350 regalos de navidad y, lo más importante, compartimos con ellos en su fiesta navideña. Gracias a Dios existen empresas como Polar y Tiburones de La Guaira que nos ayudan a seguir cumpliendo con esta Asociación que hace un trabajo extraordinario. Les prometo que cuando tengamos más recursos consideraremos sus solicitudes.

Rafael García de Margarita, Venezuela me envía una lista de jugadores venezolanos que pertenecen a otros equipos, y me pregunta cuáles quisiera tener yo en Chicago. Aunque yo no soy quien contrata a los jugadores, ciertamente en la lista de Rafael hay nombres que cualquier manager quisiera tener. Sin embargo, todos ellos tienen compromisos con sus respectivas organizaciones, que difícilmente los dejarían ir gracias a su calidad. Los venezolanos cada día son más cotizados en este mercado, algo que debe llenar de orgullo a todos los amantes del béisbol en el país.

Dos preguntas del Salvaje Oeste. Angel Rivera, de Tucson (Arizona) pregunta mi opinión sobre el boricua Alex Ríos. Bueno Angel, creo que Alex nos va a ayudar mucho, aunque todavía no ha explotado todo su potencial. Creo que aún está en su etapa de adaptación. Y Carlos Castillo, de Plano (Texas) pregunta por qué no pasamos intencionalmente a Mike Lowell en el juego ante Boston que perdió José Contreras, quien, según Angel, estaba nervioso. ¡Imagínate! Tú desde Texas sabías que el súper veterano Contreras, hombre de mil batallas en Cuba, estaba nervioso y Lowell le iba a dar jonrón. Lo dicho: mientras más lejos del terreno, la gente es más inteligente.

Ramiro Pérez, de Orlando (Florida) pregunta cómo es mi relación con la prensa de Chicago. La mejor manera de saberlo, Ramiro, es revisando tu mismo los distintos diarios de la ciudad por Internet. Te aseguro que vas a llegar a la misma conclusión que yo: la prensa me trata muy bien.

Ender Elias Chaparro Camargo es un niño de Maracaibo, en el Estado Zulia (Vzla) que en estos momentos está en Estados Unidos representando al equipo de la Liga Coquivacoa en el Mundial de las Pequeñas Ligas, en Williamsport, Pennsylvania. Al momento de escribir estas líneas no sé cómo le va a nuestra representación en el evento, pero igual le deseo a Ender y todos sus compañeros la mejor de las suertes, y que aprovechen al máximo esa experiencia que será inolvidable en sus vidas. Quien quita que más adelante a muchos de ellos me los encuentre jugando en Grandes Ligas.

También de Maracaibo Leonardo Ferrer quiere saber si alguno de mis hijos está jugando béisbol profesional actualmente, y por qué se ha tardado tanto el debut de Jack Peavy. Leonardo, mi segundo hijo llamado Oney jugó un par de
años en las menores, pero ahora trabaja en la oficina con Chicago. El menor, Ozney, de 17 años, está en su último año de high school y sueña con jugar profesional. Veremos.

Y hasta aquí las respuestas de hoy. Quedaron algunas preguntas que intentaré responder en la próxima columna, pero no puedo despedirme sin agradecer a todos sus mensajes, comentarios, opiniones y críticas. Todos son bienvenidos. Saludos especiales para Raul Avilán, Johars Jiménez, Gladys Pérez, Yole Mata y Román Orive de Caracas, Cesar Reyes y familia de Vargas, Wilmer Aponte de Turmero, Michael Gámez de Chicago, Orlando Rafael Figueroa Reyes de Carora, Rafael García de Margarita, Juan Carlos Marín de Miami, Rafael Páez de Los Teques, Francisco García de La Asunción y a muchísimos otros que me honraron con su atención.

¡Será hasta dentro de 15 días, cuando espero estar escribiendo con un pie metido en la post-temporada!