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Mientras haya esperanza estaremos batallando

A Dios y a mis santos nunca los he molestado para pedirle nada relacionado con el beisbol, porque como he dicho muchas veces, ninguno de ellos jugó pelota. A ellos les pido salud para mí y mi familia, sabiduría para tomar las mejores decisiones, bienestar para mis amigos, lo mejor para la humanidad. Con eso soy feliz.

Sin embargo, como toda regla tiene su excepción, antes de salir para esta última gira que nos tiene jugando en el oeste le pedí a Dios que alejara de los Medias Blancas todas las cosas negativas que nos ocurrieron en nuestra pasada visita a Boston, Nueva York y Minnesota. Más que una solicitud fue un ruego: Por favor Dios, no permitas que tengamos una gira tan desastrosa como aquella, que prácticamente nos sacó de competencia y nos puso contra la pared en nuestras aspiraciones de mantener el título de la división Central de la Liga Americana, que con tanto esfuerzo ganamos el año pasado.

Obviamente, en el hueco profundo en el que estamos metidos actualmente nos metimos nosotros mismos. La inconsistencia de la que hemos hablado durante toda la campaña se ha mantenido también en estos últimos meses. De repente le ganamos 3 de 4 a Boston, le ganamos series a los Yankees, Tampa o a los mismos Angelinos, y enseguida perdemos ante Baltimore, Cleveland, Oakland o Kansas City. Sin quitarle méritos a ninguno de los otros 29 equipos que participan en las Grandes Ligas, cualquier equipo que tenga aspiraciones de quedar campeón debe fajarse con los conjuntos que tienen record positivo, y apabullar a los conjuntos que están por debajo de 500 y están fuera de carrera. Nosotros, lamentablemente, no hemos podido hacer eso, y el resultado es el lugar que ocupamos actualmente en la tabla de posiciones.

Es verdad que todavía hoy, al momento de escribir esta columna, matemáticamente seguimos vivos, algo que algunos fanáticos fieles se encargaron de demostrar en sus correos, sacando cuentas de los triunfos que debemos lograr, combinados con derrotas de los Tigres, para pasar o empatar a los punteros antes de concluir el último encuentro regular. De verdad que el optimismo de algunos fanáticos es impresionante y contagioso, con todos sus análisis y mensajes de aliento. Nunca me cansaré de agradecerles tanto afecto y tanta energía positiva que envían en cada uno de sus emails. La realidad, sin embargo, es una sola: la misión es ganar, ganar y ganar. No hay otra. Salir todos los días al terreno con el objetivo del triunfo en la mente, sin importar los resultados de los otros equipos. Si llegamos a la serie contra Detroit a pocos juegos de diferencia, entonces podremos soñar con el milagro. Si no, empaquen sus cosas y vámonos que es tarde, como diría Joey Cora.

En cualquier caso reitero que me hago responsable de toda la culpa si no llegamos a donde todos queremos llegar. Aunque yo no lanzo, ni bateo, ni corro las bases, cuando acepté este trabajo me comprometí a lograr que el equipo jugara bien, y no lo hemos hecho. Entiendo que las expectativas de los fanáticos, de la gerencia, de los técnicos y jugadores son muchas, sobre todo porque estamos convencidos de tener talento y material para lograr muchos triunfos, pero como he dicho siempre, al final lo que importa es el trabajo que se hace en el terreno. Vamos a ver qué ocurre en los próximos días.

Por lo pronto, vamos responder algunas de sus preguntas y mensajes.

Julio Jacome, de Puerto La Cruz en Venezuela, escribe para opinar que los cambios más recientes hechos por White Sox, que involucraron a Jim Thome y a José Contreras no fueron buenos, porque lo que obtuvimos a cambio no ha ayudado este año. También dice que fue un error traer a un jardinero como Alex Ríos, cuando la necesidad, según Julio, era un segunda base más efectivo que Chris Getz. Termina su email diciendo que no le convence Gordon Beckham.

Cuestión de opiniones Julio. Yo creo que Alex Ríos va a ayudar mucho a esta organización, aunque tienes razón al señalar que en esta reta final no ha podido contribuir mucho. En cuanto a Thome y Contreras, creo que sus salidas no afectaron para nada nuestras oportunidades de competir por el título. Thome, un verdadero caballero del beisbol, aceptó ir a los Dodgers porque ya su carrera está llegando al final y sueña con un anillo de Serie Mundial antes de retirarse, y obviamente el equipo californiano pareciera tener más chance que nosotros de estar en el clásico de octubre. En cuanto a Contreras, creo que necesitaba un cambio de ambiente, y tal como me escribió su fanático número uno, el cubano Francisco Aguiar, en Colorado seguramente le va a ir mejor. En lo personal yo soy el primero que le deseo el mejor de los éxitos, porque como he dicho siempre, José es una gran persona, seria, trabajadora y con una calidad humana inigualable.

Juan Carlos Martín, de Miami, escribe a su vez para felicitarnos por esos movimientos que llevaron a Thome a Los Angeles y a Contreras a Colorado. Así es el beisbol. Para todo hay opiniones. Juan Carlos también señala que la pobre actuación de los Medias Blancas este año no es mi culpa y no debería sentirme avergonzado, pero debo corregirlo porque a mí me pagan para que el equipo juegue bien, y si no lo logro, entonces significa que no estoy haciendo bien mi trabajo. Es así de sencillo.

Frank Abel Villalonga escribe desde La Habana para preguntar si hay posibilidades de que el año próximo le demos una oportunidad a Orlando «El Duque» Hernández de regresar a los Medias Blancas. Frank señala que ya a Freddy García se le reconoció su aporte al título conquistado en 2005 ofreciéndole la oportunidad para lanzar con el equipo, así que «El Duque» debería tener la misma consideración. Le haré llegar el mensaje a nuestros scouts para que evalúen el trabajo que «El Duque» está haciendo actualmente en las menores, y serán ellos quienes recomienden o no su firma a nuestro Gerente General Kenny Williams. En cualquier caso, en este juego el pitcheo nunca sobra.

Víctor Saldivia de Valencia pregunta si tendría yo interés en dirigir a algún otro equipo que no fueran los Medias Blancas, y si veo actualmente en las Mayores a alguno que se amolde a mi filosofía de lo que en el 2005 llamaron «Small Ball», y que yo rebauticé como «Smart Ball», o sea, en vez de juego de las «pequeñas cosas», es más bien el juego de la «inteligencia». Honestamente yo quisiera dirigir a los Medias Blancas hasta que me trajeran al estadio en silla de ruedas, con 100 y pico de años de edad. No me veo dirigiendo ningún otro equipo. Pero siempre me ha gustado la manera como juegan los Mellizos de Minnesota, las famosas «pirañas» que nunca están en los pronósticos de los analistas y siempre están en la pelea, porque todos hacen su trabajo y juegan un beisbol agresivo, inteligente.

Más o menos en el mismo tema, Julio Acosta de Barcelona (Vzla) quiere saber si entre mis objetivos está dirigir a los Tiburones de La Guaira en el beisbol profesional venezolano. No está entre mis objetivos, Julio, pero sería un honor y un sueño hecho realidad poder tener ese privilegio. Tiburones fue el equipo que me dio la oportunidad de jugar beisbol profesional, y eso siempre lo agradeceré. Además, mi relación con su fundador Pedro Padrón Panza fue mucho más allá de un dueño-jugador, ya que entre PPP y mi familia se consolidó una amistad realmente entrañable. Con los nuevos propietarios también mantengo una excelente relación, y en mi casa mis tres hijos son fanáticos a muerte de La Guaira, pero dirigir en el invierno no está entre mis planes por ahora.

Víctor Lapenta, de Guayana, pregunta si el primero de septiembre, cuando los roster de jugadores en Grandes Ligas se expanden de 25 a 40, también son promovidos algunos coaches de la organización. Pues sí Víctor, también suben algunos coaches. Tal como tú dices, ellos se encargan de supervisar y estar pendiente del trabajo que realizan los recién subidos, pero en el caso de los Medias Blancas, yo trato de involucrarlos en todas las actividades del equipo, o sea, de que participen en todas las áreas y puedan opinar sobre distintas facetas del juego. En Venezuela decimos que 4 ojos ven más que dos, así que su aporte siempre es bienvenido.

William Ochoa, de Salt Lake City, dice que nota cierta falta de intensidad y agresividad en nuestros últimos juegos. Qué quieres que te diga William. Cuando uno equipo está perdiendo todo se ve horrible. Todo. Pero te garantizo que no es falta de ganas, ni que se haya perdido la motivación ni nada por el estilo. La temporada de beisbol es realmente muy larga, son 162 encuentros, que exigen unas condiciones físicas y mentales que es difícil mantener en todos los partidos. Eso, obviamente, es igual para todos los equipos, pero no todos logran manejarlo de la misma manera. Cuando un equipo genera muchas expectativas, como fue nuestro caso este año, el esfuerzo y el desgaste mental es superior. Supongo que podría haber algo de eso, pero te garantizo que aquí todo el mundo sale a batallar con la misma intensidad, sobre todo porque aún mantenemos esperanzas de producir el milagro de conquistar el título, por más difícil que parezca.

Miguel Angel Barrios, de San Francisco, quiere saber si mis declaraciones polémicas son producto de la ira, o si las hago buscando publicidad. Añade Migue Angel que a veces esas declaraciones son exageradas, tomando en cuenta que el beisbol es un deporte seguido por niños y jóvenes. Bueno Miguel Angel, en primer lugar debo decirte que por publicidad sólo digo y grabo los mensajes que me suministran mis clientes comerciales. Ninguna declaración, polémica o no, la hago para buscar atención de los medios, ni para desviar la atención de la crítica hacia mis jugadores, como también se ha dicho. Cuando exploto y hago declaraciones fuertes lo hago porque así son y he sido siempre yo. Digo lo que siento, así a veces tenga que retractarme o pedir disculpas. No sé si eso es bueno o es malo, pero es lo que he sido siempre y lo que me ha llavado a estar donde estoy actualmente. Afortunadamente, existen los «bleeps» que impiden que los niños escuchen algunas de mis frases más célebres.

Dimas Nieto, de Barquisimeto, señala que nuestra defensa ha sido muy floja este año, y pregunta si en nuestros planes no está la contratación de Omar Vizquel para el 2010. Ciertamente la defensa ha sido uno de nuestros talones de Aquiles, y estamos entre los equipos con más errores de las Grandes Ligas, aunque hemos mejorado últimamente. En cuanto a Omar, la verdad es que intentamos contratarlo para la campaña del 2005, cuando prefirió firmar con San Francisco, que le ofrecía tres años, en lugar de los dos que ofrecían los Medias Blancas. Para el 2010 ya nosotros ratificamos que nuestro campo corto será nuevamente Alexei Ramírez, quien ha mejorado notablemente a medida que ha jugado la posición. Quizás yo mismo le puse una presión extra cuando comenté, antes de empezar la temporada, que los fanáticos de Chicago iban a olvidar a Ozzie Guillén cuando vieran a Alexei en el short stop. Mala mía.

Carlos Sánchez, de Rubio en Venezuela, quiere saber si todavía tenemos chance de conquistar la división. Bueno Carlos, tal como dije al inicio de la columna, matemáticamente todavía estamos vivos, pero hay que ganar muchos juegos. Lo que sí te aseguro es que mientras haya un mínimo de esperanzas, aquí todo el mundo va a salir a batallar, nadie se va a rendir ni a sacar la bandera blanca. Esperaremos.

Y ya que levanté el teléfono para comunicarme con Dios, voy a pedirle también mucha salud y bienestar para todos aquellos que durante esta primera temporada de columnas dedicaron unos minutos de su tiempo para hacerme saber sus opiniones, inquietudes, dudas y palabras de optimismo. Hoy es la última de esta serie de la temporada 2009, y quisiera agradecer particularmente a Raúl Corro y Eduardo Menda Osorio de Caracas, Osmar Cárdenas de Maracaibo, Gerardo Rangel de South Australia, Rafael Vergara de El Tocuyo, Pedro Luis Cova Salom de Guayana y Orlando Figueroa de Carora. A ellos y a todos los que escribieron a lo largo de estos seis meses les deseo la mejor de las suertes, y sigan ligando a Medias Blancas.

A seguir disparando los pronósticos

Poco antes de salir hacia el estadio el día jueves, escuché a un comentarista de televisión afirmando que los Yankees de Nueva York nos iban a barrer en la serie de 4 juegos que comenzaba ese día.

Una vez más, los Medias Blancas eran subestimados por los analistas que todos los años aseguran que nuestro equipo no tendrá ninguna posibilidad de estar compitiendo por el primer lugar, y que finalizaremos entre el cuarto o quinto lugar de la división.

Pues bien, por lo visto ese comentarista nos trajo suerte, porque estuvimos a punto de hacer todo lo contrario a su pronóstico: fuimos nosotros los que casi barremos a los poderosos Yankees, los favoritos de los medios, los habitantes de la capital del mundo con su nómina de 200 millones de dólares. A mí personalmente me encanta cuando nos otorgan el papel de «Cenicienta» en las revistas especializadas, porque eso nos ofrece un nuevo estímulo para salir a batallar al terreno.

Y eso fue lo que hicimos nuevamente el fin de semana, apoyados por miles de fanáticos que asistieron a cada uno de los juegos en nuestras instalaciones del U.S. Cellular Field. Ganar 3 de 4 ante los líderes del Este, sin poder contar con nuestro campocorto Alexei Ramírez en ninguno de esos 4 encuentros, es una nueva prueba de que con el equipo que tenemos somos capaces de competir por la División y mucho más.

Como he dicho siempre, la clave es la consistencia, y halar todos la misma cuerda, remar todos en la misma dirección, ejecutando los pequeños detalles, tanto a la defensiva como a la ofensiva. Sigo insistiendo que a mí me gusta el equipo que tengo, en el que los más veteranos están ayudando a los novatos a adaptarse al mundo de Grandes Ligas, y gracias a eso ya tienen papel protagónico jóvenes como Gordon Beckham, Chris Getz o Jayson Nix, por citar algunos. Asimismo, el pitcheo ha dado un paso al frente, y se ha fajado para mantenernos en la pelea a pesar de la desastrosa gira por Detroit y Minnesota, de donde regresamos con record de 1-6.

Lo importante es que seguimos cerca de la punta, llenos de optimismo, y seguros de que nuestro destino está aún en nuestras manos.

Vamos ahora con sus e-mails.

Honestamente, nunca imaginé que iba a recibir tantos mensajes a través de esta columna. Es impresionante la cantidad de emails que llegan de todas partes del mundo, especialmente de venezolanos, cubanos y latinos en general, seguidores de los Medias Blancas de Chicago. Para esta ocasión me atrevo a asegurar que recibí cerca de 300 nuevos mensajes, de fanáticos que envían saludos, emiten opiniones, nos desean la mejor de las suertes, hacen comentarios y plantean inquietudes acerca del futuro del equipo para esta segunda mitad del torneo. Intentaré responder la mayor cantidad posible de preguntas, y me imagino que algunas quedarán para la próxima oportunidad.

Joan Manuel Castañeda (Caracas), Jorge Alexander Rodríguez (Maracaibo), Luis Rodríguez (San Juan PR) y Eduardo Vallés (Ojeda) están entre quienes sugerían que los Medias Blancas debían reforzar su pitcheo abridor. Pues bien, parece que Kenny Williams, nuestro Gerente General, escuchó sus plegarias, porque faltando apenas dos minutos para que expirara el plazo para hacer cambios entre equipos sin pasar por «waivers» me sorprendió con la agradable noticia de la adquisición de Jack Peavy de los Padres de San Diego, a cambio de cuatro lanzadores de Chicago, dos zurdos (Clayton Richard y Aaron Poreda) y dos derechos (Adam Russell y Dexter Carter). Peavy se encuentra actualmente en la Lista de Incapacitados por problemas en un tobillo, pero si efectivamente se incorpora al equipo a finales de agosto, sin dudas será una gran ayuda en nuestras aspiraciones de mantener el título de la División Central y disputar la Serie Mundial.

Kenny había tratado de hacer un cambio por Peavy hace algunas semanas, pero el ganador del premio Cy Young en 2007 había vetado la negociación, alegando que prefería seguir lanzando en la Liga Nacional. Ahora, Peavy llega a Chicago para encontrarse con un grupo de jugadores que actúan como una familia, y que salen al terreno todos los días a dar su mejor esfuerzo para lograr las victorias, en un ambiente de mucho optimismo y entusiasmo. Siempre es triste ver partir a jugadores que contribuyeron con la causa y jugaron al 100% con el equipo, pero en Venezuela decimos que «lo mejor es siempre lo que pasa», así que les deseo la mejor de las suertes a los que salieron, y la más cordial bienvenida a Peavy. Ahora, a seguir luchando.

Henry Puello de Bogotá pide mi opinión acerca del papel que está jugando Orlando Cabrera en Grandes Ligas. Tuve la suerte de compartir con Orlando cuando estuve en el cuerpo técnico de los Expos de Montreal y pude comprobar su excelente profesionalismo y calidad humana. Además, públicamente he agradecido su contribución para alcanzar el título de la División Central en 2008, cuando incluso estuvo dispuesto a ser el «leadoff» del equipo cuando tuvimos problemas en esa posición de la alineación. Orlando ahora está con Minnesota y estoy seguro que hará un buen trabajo, como siempre. ¿Por qué salió de Chicago? Pregunta Nicolás Navarro, de Cartagena. No siempre las cosas funcionan como uno desea, Nicolás. Orlando estaba contratado por un año, nosotros teníamos planeado entregarle a Alexei la responsabilidad de ser nuestro campocorto, además de darle oportunidad a jóvenes como Getz y Nix en el infield, así que lo mejor fue dejar partir a Cabrera, aunque la amistad sea la misma. En lo personal le deseo la mejor de las suertes.

Hablando de campocortos, Raúl Gerig de Los Teques, en Venezuela, pregunta si me fastidio sentado en el dugout dirigiendo a los Medias Blancas, y si no me provoca a veces salir a jugar shortstop. Bueno Raúl, te confieso que hubo un año que dije que dirigir al equipo era aburrido, porque lo único que hacía era sentarme a esperar que alguien diera jonrón para ganar los encuentros. Ya eso no es así. Ahora tenemos un equipo que no depende exclusivamente de los cuadrangulares, y una combinación de veteranos con jóvenes que permiten que cada día ocurra algo nuevo y emocionante en los encuentros.

En cuanto a volver a jugar, lo más difícil para un deportista es aceptar que llegó la hora del retiro. Al principio uno ve a otras personas jugando y piensa que uno todavía podría hacer ese mismo trabajo, y hasta mejor. Pero ya superé esa etapa. Zapatero a sus zapatos y el juego diario hay que dejarlo para quienes están en mejores condiciones para hacerlo. ¡Con decirte que no juego ni MLB en Play Station!

Son muchas las personas que están pendientes de Freddy García y su proceso de rehabilitación en nuestras ligas menores. Pedro Ramírez, de Caracas, pregunta incluso qué papel va a jugar Freddy si se reincorpora al equipo, si será abridor o irá al bullpen. Lo primero que debo decir es que estoy muy contento con lo que ha mostrado Freddy hasta ahora. Lanzó con el Kannapolis Intimidators, nuestra sucursal Clase A, y con apenas 25 lanzamientos sacó 3 entradas sin permitir carreras, aceptando dos hits y ponchando a tres, además de otorgar un boleto. Su siguiente salida fue con el Bristol Sox (novatos), y se mantuvo en la lomita por 5 entradas, permitiendo apenas un imparable, con dos ponches. O sea, en 8 entradas Freddy no ha permitido ninguna carrera, y eso es alentador. Su proceso de fortalecimiento del hombro debe seguir y nosotros también estaremos muy pendientes de su actuación, porque no hay dudas de que un pitcher con la experiencia y el coraje de Freddy puede ser de muchísima ayuda en la recta final de la temporada. Cuando regrese, ya veremos en qué rol podrá ayudarnos más.

Will Pinto, de Puerto Cabello (Venezuela), pregunta qué posibilidades tiene Johan Santana de llegar al Salón de la Fama. Tal como dije en el caso de Galarraga y Vizquel, lamentablemente yo no pertenezco al comité que hace esas elecciones, integrado exclusivamente por periodistas que cubren el beisbol. Pero en cualquier caso, toda
vía Johan tiene mucha carrera por delante para demostrar si pertenece o no al templo de los inmortales ubicado en Cooperstown.

Alfredo Valle, desde Tenerife (España) quiere saber si yo tengo alguna posibilidad de llegar al Salón de la Fama. Alfredo, mi nombre ya apareció en las papeletas cuando cumplí 5 años de haberme retirado como jugador activo, y saqué un voto en esa primera elección. Creo que fue mi esposa Ibis que se las arregló para votar! En cualquier caso, el simple hecho de ser mencionado en esa lista lo consideré un honor.

Una vez más llegaron muchas preguntas acerca de la presencia de venezolanos en las ligas menores de los Medias Blancas, así como mensajes de personas preguntando cuándo veremos a Dayán Viciedo, el «Tanque Cubano» en Grandes Ligas. Si revisan las columnas anteriores en los archivos podrán encontrar las respuestas que he ofrecido al respecto. Puedo agregar, para complacer a la legión de cubanos que están pendientes de Viciedo, que no se preocupen, ya que el joven va a tener su oportunidad de demostrar su talento en el momento que corresponda. Los Medias Blancas lo firmaron y le dieron un buen bono porque consideraron que tiene talento para jugar. Pero no hay que apresurarse. En mi país decimos que «del apuro sólo queda el cansancio», y no queremos que Dayan llegue cansado cuando por fin le toque jugar en MLB.

Raúl Campos, de Hopkinsville, KY, quiere saber si Gordon Beckham, Carlos Quentin y Chris Getz pueden ayudar al equipo, o si son piezas importantes para hacer cambios con otros equipos. Raul, los tres ya están ayudando mucho a la divisa, y son piezas fundamentales en esta lucha que nos mantiene muy cerca del primer lugar de la división. Pienso y espero que los tres vayan a darle muchas satisfacciones a los fanáticos de Chicago por muchos años.

Aprovecho para responderle también a Wenceslao Moreno, de Maracaibo (Venezuela), quien pregunta si hay generación de relevo en los Medias Blancas. ¡Sí hay!!

Juan Carlos Martín, desde Miami, quiere saber si yo hablo con mis jugadores antes de «lanzarlos debajo del autobús», que es como en inglés definen el hecho de hacer críticas públicas cuando hacen algo que me parece incorrecto. Siempre, Juan Carlos, siempre. Cuando leas algún comentario duro en la prensa sobre alguno de mis jugadores, ten la certeza de que primero lo hablé con el involucrado. Hasta ahora, la comunicación entre mis peloteros y yo ha sido muy honesta y respetuosa, a pesar de que a veces pueda parecer muy dura.

Jonathan Rodríguez, de Key West (Florida) pregunta cuál es, en mi opinión, el mejor pelotero dominicano de todos los tiempos. Muy fácil Jonathan: Juan Marichal, por algo está en el Salón de la Fama.

Thamar Espina de Maracaibo (Venezuela) me recuerda que en 2009 se están cumpliendo 50 años de la Serie Mundial de 1959 entre los Dodgers de Los Angeles y los Medias Blancas de Chicago, ganada por el equipo californiano, y quiere saber si hay algún acto previsto para conmemorarlo. Bueno Thamar, aprovechando la serie interliga contra los Dodgers se hizo un homenaje muy emotivo en el que estuvieron presentes cuatro ex integrantes del conjunto de Chicago, incluyendo a nuestro inmortal Luis Aparicio. De verdad fue algo sencillo pero en lo personal fue una nueva ocasión para compartir con nuestro único Hall de la Fama, a quien estoy tratando de involucrar más en las actividades de los Medias Blancas.

Vladimir Reyes, desde Montreal (Canadá) quiere saber quién es, en mi opinión, el mejor pelotero activo en las Grandes Ligas. Bueno Vladimir, Alex Rodríguez y Albert Pujols son, para mí, los mejores jugadores que están participando en la temporada. Sin quitarle méritos a los otros cientos de jugadores que tienen status de «big-leaguers,» ellos dos sin dudas son en estos momentos los más completos. Sus números hablan solos.

José Rafael Lucero, de Caracas (Venezuela) pregunta cuándo voy a organizar otra actividad de firma de autógrafos para recaudar fondos para la Fundación Guillén. Espero que muy pronto José Rafael, porque en los últimos años esa ha sido la principal fuente de ingresos para poder seguir ayudando a la Asociación de Padres de Niños con Cáncer, que tanto se esfuerza por atender lo mejor posible a esos niños que batallan día a día contra esa terrible enfermedad.

Víctor Salvidia, de Valencia (Venezuela) quiere saber cuál fue el peor momento en mi carrera como jugador de beisbol. Sin dudas el día que me tocó retirarme. Ese ha sido mi peor día como pelotero. Algunos piensan que el año de la lesión fue difícil (1992) y ciertamente lo fue, pero yo sabía que iba a regresar. Era cuestión de trabajo y dedicación. Pero cuando Tampa Bay consideró que ya no tenía condiciones para jugar y me dejó libre el último día del spring training del 2001, después de 16 años en Grandes Ligas y otros 4 en las menores, ese fue un día difícil para mí. El más difícil.

José Agustín Farizo, de Margarita (Venezuela) quiere saber cuál es el punto fuerte de los Medias Blancas. Bueno José Agustín, tenemos un grupo de abridores con mucho talento. A la experiencia de Mark Buehrle y José Contreras se suma la juventud de Gavin Floyd y John Danks, que se han victo mucho más consistentes este año. Si Jack Peavy puede realmente incorporarse al equipo en agosto va a ser de mucha ayuda. El bullpen también ha estado bastante bien, y es responsable de que todavía mantengamos intactas las esperanzas de quedar campeones. Nuestra ofensiva sin dudas es productiva aunque le ha faltado consistencia. Hay días que lucimos inmensos, como en estos 4 juegos ante los Yankees, y otras veces parecemos inofensivos, como en los 3 juegos en el Metrodome. Sin embargo, en mi opinión, nuestro punto fuerte es el entusiasmo con el cual jugamos, el deseo de ganar, la compenetración que existe en un grupo tan distinto. Esa es la diferencia que nos ha permitido estar luchando por el título, a pesar de no ser considerados favoritos por nadie. La fuerza del grupo, por encima de las aspiraciones individuales.

Como dije al inicio, hay muchas otras preguntas pendientes, pero hay otros compromisos que atender. No puedo despedirme sin mencionar a algunos de los que enviaron sus palabras alentadoras y sus buenos deseos, tanto para el equipo, como para mí y mi familia. José Luis Guerrero (Mexico), Santiago Quintero (Maracay, Venezuela) José Alberto Soterano (Caracas, Vzla.), Juan Carlos Reverón (Chicago), Olivia Ortega (Maracay, Vzla.). Jhonny Limongi (Puerto Cabello, Vzla.), Carlos Lugo (Coro, Vzla.). Franklin Féliz Moreta (Santo Domingo, RD), Juan Manuel Bermúdez (Coral Gable, FL), Roberto Muñoz (Las Vegas, NV), Alejandro León (Valencia, Vzla.), Alí Valbuena (Santa Rita, Vzla.), Hernán Machillanda (Guatire, Vzla.), Kannah Goralsky (Naperville, Ill.), Julio Gamboa (Guatire, Vzla.), Ediart Herrera (Guarenas, Vzla.), Jorge Carpio (Puerto Ordaz, Vzla), John Fredy Agudelo (Medellín, Colombia),Jean Pierre Morel y Luis Cruz (Miami, FL), Edwin Estrella (Agudilla, PR), Leonardo Ferrer (Maracaibo, Vzla.), César Ramos (Indianapolis), Orlando Figueroa (Carora, Vzla.), Ildemaro Rodríguez y Junior Martínez (Caracas, Vzla.), Hernán Galindo Brito (Anzoategui, Vzla.), Juan Granado (Duaca, Vzla.), Kerlvin Pérez (Toa Baja, Puerto Rico), Alberto Camarza (La Habana, Cuba), Ramón Suescún )Mérida, Vzla.), Juan Carlos Gutierrez (Belleglade, Fla.), Amed Otero (Miami, Fla.), José Carrizosa (Chicago, IL) y Alex Fierro (Chicago, Ill.).

A todos ellos y los que faltaron por mencionar, una vez más muchas gracias por tomarse unos minutos de su tiempo para comunicarse conmigo. En 15 días estaremos nuevamente en contacto a través de esta columna en orgullosox.com.

¡Suerte en sus vidas, y a ligar a los Medias Blancas!!

Apovechando el alcance del internet

Gracias a esta columna he recibido los mensajes más diversos de lugares tan queridos como Barquisimeto, Los Teques o Valencia en mi Venezuela natal, tan cercanos pero desconocidos como Skokie o Bolingbrook en Illinois, o tan remotos como África, Honduras o Cuba.

En todas partes hay fanáticos de los Medias Blancas que envían mensajes de optimismo, dudas, preocupaciones, opiniones, y por supuesto preguntas acerca del equipo y sobre el beisbol en general.

Pensar que cuando yo comencé a jugar profesional, hace más de 25 años, comunicarme con mi familia era toda una proeza. Tenía que ahorrar para hacer las llamadas telefónicas a media noche para conseguir las mejores tarifas.

Ahora, los muchachos que están en las menores tienen tantas formas para mantenerse en contacto con la gente que los quiere y que, desde lejos, los animan y felicitan cuando tienen días buenos, y los apoyan cuando las cosas no salen como quisieran.

Realmente la comunicación es tan importante a todos los niveles.

Hace un par de semanas hice un mitin con mis jugadores, y mi mensaje fue simple y preciso: o jugamos mejor o el Gerente General Kenny Williams se verá en la obligación de tomar medidas que podrían implicar cambios con otros equipos. Así de sencillo.

Yo, honestamente, quisiera mantener a este grupo de jugadores por el resto de la temporada porque, como he dicho muchas veces, estoy convencido de que tienen el talento y la capacidad para competir y ganar.

Aquel mensaje de hace dos semanas por lo visto surtió efecto, aunque no se puede cantar victoria aún porque todavía quedan muchos juegos por realizar.

Pero hemos jugado mejor, y por eso hemos ganado más juegos.

¿Podremos mantener ese nivel hasta septiembre? Espero que sí, aunque en lo que va de año hemos tenido altos y bajos que en momentos me han llenado de confusión.

Al momento de escribir esta columna acabamos de finalizar una serie de cuatro juegos ante Kansas City, en la cual dividimos como visitantes, pero nos deja record de 5-2 en los 7 juegos fuera de casa.

En total, son 13 juegos seguidos ante equipos de nuestra división que nos toca jugar antes del Juego de las Estrellas, y aunque obviamente el título no se define en julio, es importante ganar el máximo ante los rivales directos. El martes estaremos de regreso en casa para jugar tres partidos ante Cleveland, y enseguida tres en el Metrodome ante los Mellizos antes del descanso.

A la gran pregunta que hace la mayoría de los fanáticos que me escribieron esta semana, acerca de si tenemos todavía chance para competir por el título de la División, mi respuesta sigue siendo que sí, y los próximos juegos son importantes porque son contra rivales directos.

¿Qué hará Kenny Williams antes de que termine la fecha límite para hacer cambios sin pasar por waivers? Eso sólo lo sabe Kenny, pero lo que haga va a depender de cómo juega el equipo antes de esa fecha.

Yo nunca le he pedido ningún jugador específico para afrontar la segunda parte de la temporada, ni en el 2005 ni el año pasado, cuando conquistamos la división, pero Kenny siempre ha sabido traer a la persona indicada para ayudarnos a competir.

Este año debe ocurrir lo mismo.

Vamos ahora con otras preguntas:

Kelvin de Puerto Rico quiere saber cuál es el mejor equipo de la Liga Americana, según mi opinión, y por qué. Bueno Kelvin, personalmente pienso que Boston es el rival a vencer, porque su cuerpo de pitcheo es el más completo de la liga. Tienen muy buenos abridores y el bullpen ha hecho su trabajo de manera excelente, y no olvides que el pitcheo es, según muchos, el 70% de este juego.

Jesús, de Caracas, me pregunta qué opino de los juegos interligas, y qué jugador venezolano tenemos actualmente en el sistema de Ligas Menores que tenga la mayor posibilidad de subir al equipo grande.

Los juegos interligas son sin dudas una buena idea de Major League Baseball, porque le permite a los fanáticos ver a equipos que no pasan por sus ciudades, y en cuyos rosters hay jugadores estrellas que todos quisieran admirar al menos una vez. Antes de los interligas, para que los aficionados de Pittsburgh vieran, por ejemplo, a Derek Jeter, tenían que esperar una Serie Mundial Piratas-Yankees. También es interesante ver cómo se dan series que son una especia de «vuelta al pasado», como ocurrió este año con los Medias Blancas, que aprovecharon la visita de los Dodgers para celebrar los 50 años de la Serie Mundial de 1959, en la que Dodgers y Medias Blancas compitieron por el título. Seguro que muchos disfrutaron esos recuerdos, sobre todo ante la visita de Luis Aparicio, Billy Pierce, Jim McAnany, Jim Landis y Jim Rivera.

He dicho siempre, sin embargo, que los equipos de la Liga Americana estamos en desventaja en los juegos interligas, porque mientras nosotros perdemos un bateador cuando nos toca jugar en los parques de la Liga Nacional, ellos en cambio ganan en su ofensiva al poder contar con el bateador designado. Pero, insisto, la idea es buena y por eso los fanáticos la han apoyado.

En cuanto al venezolano que pudiera subir próximamente a las Mayores con los Medias Blancas, lamento decirte Jesús que en este momento no vea a ninguno, aunque en un futuro cercano hay algunas opciones.

Eso me permite responderle también a Walter, de Valencia, en Venezuela, quien pregunta por Clevelan Santeliz.

Clevelan es un gran muchacho y está teniendo su mejor año desde que fue firmado por los Medias Blancas, en parte, pienso yo, porque tuvo poca actuación en el campeonato venezolano. Este año, Santeliz está jugando con los Barones de Birmingham, en la categoría AA, y está demostrando todo su potencial porque se ha mantenido sano. Creo que es la primera vez que Santeliz se encuentra en tan buenas condiciones físicas. En cuanto a su actitud, es la que se necesita para triunfar como pitcher: no tiene miedo, aguanta bien la presión, y tiene agallas. Para terminar, en los campos de entrenamiento siempre lo vas a ver observando los juegos de sus compañeros, y dándole consejos y animo a todos, sin importar si son venezolanos, latinos o norteamericanos.

Neomar, también de Caracas, me pregunta por otro compatriota. Quiere saber cuál es el verdadero chance de Freddy García de volver a Grandes Ligas y hacer el trabajo al que nos acostumbró en sus grandes momentos.

Yo no he podido hablar con Freddy últimamente, pero mis tres hijos me tienen siempre informados de su rehabilitación. Si Freddy logra recuperar la fortaleza en su hombro, todo es posible. Por ahora se encuentra en Glendale, Arizona, junto a Bartolo Colón trabajando duro para intentar ayudarnos en la segunda mitad de la campaña. Nadie más que yo quisiera contar con el Freddy García que todos conocemos.

Rafael, de Los Teques, me pregunta cómo veo el desarrollo del béisbol venezolano.

Creo que nuestro béisbol está en su mejor momento, porque hay bastante talento desarrollándose en las organizaciones de MLB. Al paso que vamos, muy pronto estaremos como los dominicanos, viendo en nuestro torneo a varias estrellas de Grandes Ligas jugando banco en el torneo venezolano, porque hay demasiadas. En cuanto al futuro de nuestro béisbol, va a depender de esos mismos jugadores, sus deseos de jugar en el país, de transmitir sus conocimientos, de los fanáticos que sigan apoyando el espectáculo, y del Estado que también apoye e incentive la sana competencia que es nuestro béisbol profesional.

Noé, de Chicago, quiere saber por qué, ten
iendo jugadores rápidos, no estamos jugando «small ball». Noé, estamos en eso. Es verdad que tenemos jugadores rápidos, pero también tenemos jugadores con poder, capaces de voltear el resultado con un solo batazo. Pero estamos en eso, acoplándonos, y los últimos resultados son una muestra que los Medias Blancas no dependen exclusivamente de los jonrones.

Tirso, de Skokie, pregunta mi opinión acerca de lo que hizo Frank Thomas en su carrera, ahora que se dice que Sammy Sosa y Alex Rodríguez utilizaron esteroides para aumentar su rendimiento.

Mi opinión, Tirso, es que Frank Thomas debe ingresar en el Salón de la Fama en la primera oportunidad que su nombre aparezca en las papeletas de votación. Los números de Frank lo califican como uno de los mejores bateadores del béisbol de todos los tiempos, y Cooperstowns es el templo donde están los mejores.

Eduardo, de Sarasota, Florida, pregunta si creo que Alexei puede conectar este año 20 cuadrangulares.

Sin dudas, por supuesto que creo que los puede conectar.

Hannah, de Naperville, pregunta qué veo en el futuro de Jim Thome en el 2010.

Al bate de Jim Thome le quedan todavía muchos batazos, pero habrá que esperar para saber cuántos años más quisiera Jim jugar. Quienes compartimos con él en el clubhouse somos testigos del gran esfuerzo que Thome hace diariamente para salir al terreno, batallando en el training room para mantenerse en las mejores condiciones físicas. No es fácil para sus rodillas y piernas sostener la corpulencia de leñador que le permite dar esos batazos gigantescos. Pienso que mientras se mantenga en buena forma y sienta el mismo entusiasmo por hacer los sacrificios que hace, seguirá jugando. En cuanto a los Medias Blancas de 2010, no yo mismo sé qué clase de equipos vamos a tener la próxima temporada. Por ahora, estamos concentrados en la campaña 2009.

Me escribe Karen Aparicio desde Maracaibo, para saludarme y darme las gracias por los comentarios que hicimos recientemente sobre su papá, el inmortal Luis Aparicio. Karen, gracias a ti por tener un padre que es orgullo de todos los venezolanos, el único en el Salón de la Fama del béisbol de Grandes Ligas, y ejemplo e inspiración para muchos que decidimos escoger el béisbol como profesión.

Alvaro, de Bolingbrook, quiere saber quién es mi ídolo en el béisbol.

David Concepción es mi ídolo en la pelota, y por él llevo el número 13 en la espalda. Afortunadamente he tenido la suerte de compartir con David en muchas ocasiones, y haber contado con su presencia, así como la de Luis Aparicio y Alfonzo «Chico» Carrasquel en mi primer juego como manager de los Medias Blancas de Chicago en el U.S. Cellular Field ha sido una de las más grandes alegrías de mi carrera. Así como David fue mi ídolo desde pequeño, el puertorriqueño Roberto Clemente es el pelotero que yo más he admirado en el béisbol. No sólo por las cualidades que lo convirtieron en uno de los jugadores más completos en el terreno, sino también por su actitud y su compromiso con la humanidad.

Por último Antonio Miguel, de San Juan de los Morros, en Venezuela, pregunta qué diferencia veo entre el equipo de 2005 con el cual ganamos la Serie Mundial y el actual. Pitcheo. Esa es la gran diferencia. En el 2005 teníamos un cuarteto de abridores de lujo, que como recordarás llegaron incluso a completar la hazaña de 4 juegos completos seguidos en plena post-temporada. Pero además contábamos con un bullpen que se creció en los momentos importantes, que combinaba la experiencia de veteranos como Cliff Politte y Orlando «El Duque» Hernández, junto a jóvenes revelaciones como Neal Cotts o el mismo Bobby Jenks. Aunque obviamente el título fue un logro de todo el equipo y cada integrante de la divisa se vistió de héroe en algún momento, el pitcheo fue la clave del triunfo. En 2009 tenemos buenos brazos, de jóvenes que deben convertirse en estrellas muy pronto, pero que están en proceso de consolidarse cuando alcancen su madurez.

Pido disculpas una vez más por no poder responder todas sus preguntas, y reitero el agradecimiento por todos los comentarios positivos que me envían desde los rincones más lejanos del planeta. Espero que sigan apoyando a los Medias Blancas, y no duden en escribirme para conocer, directamente, lo que ocurre en nuestro equipo. Para mí siempre será un placer leer todos sus comentarios, opiniones, inquietudes, preguntas, sugerencias y hasta críticas. ¡Go Sox!