¡No veo la hora de comenzar en Miami!

Los últimos días han sido difíciles para mí y para mi familia. Chicago nunca fue un lugar fácil, y menos cuando te vas de una organización con la cual pasaste 22 años de tu vida. Los Medias Blancas de Chicago fueron los primeros en darme la oportunidad de jugar y dirigir en Grandes Ligas.  Durante 22 años, traté de darles lo mejor de mí a diario. En el 2005, logramos algo que no se había hecho en 88 años – traer el trofeo de la Serie Mundial de regreso a Chicago. Entregarle el trofeo al señor Jerry Reinsdorf es algo que nunca olvidaré porque sé lo importante que fue para él. Ambos teníamos ese sueño y eso nadie nos lo podría quitar.

Quiero agradecerles a todas esas personas que hicieron especiales mis años en Chicago. Antes que nada, tuve la oportunidad de dirigir a muchos grandes jugadores y tengo que darles las gracias por venir al estadio todos los días listos para jugar. Gracias a mi gran cuerpo de coaches, a la oficina central, al departamento de liga menor, al personal de seguridad, el personal encargado del terreno de juego, todos los que trabajan en el estadio y todos los que apoyaron y jugaron por los Medias Blancas del 2004 al 2011. No tengo forma de agradecerles a los aficionados por el amor y el apoyo que me brindaron a mí y a mí familiar durante mi carrera. Espero que ese apoyo continúe en el futuro. Chicago SIEMPRE será mi hogar y mi mensaje para los aficionados es simple: Los amaré por siempre y nunca los olvidaré.

Como ustedes ya saben, hoy comenzó un nuevo capítulo en mi vida. Es difícil de explicar lo feliz y emocionado que estoy de unirme a los Miami Marlins. Es un honor que quieran que sea parte de una nueva era de los Marlins. Quiero agradecerles a los señores Jeffrey Loria, David Samson, Larry Beinfest, Michael Hill y Jack McKeon por todo lo que han hecho por la organización de los Marlins y la oportunidad que me han dado. Mi meta es hacer que ellos y todos los aficionados de los Marlins se sientan orgullosos de su equipo. Les prometo que vamos a comenzar a jugar el juego como se debe. ¡Miro hacia el futuro con ansias y no veo la hora de comenzar!

Deja un comentario